El déficit presupuestario para 1980 se fija en 290.OOO millones de pesetas

El Gobierno presentó ayer en las Cortes y a la opinión pública, mediante una conferencia de prensa, los Presupuestos Generales del Estado para el año 1980. Los Presupuestos constituyen el documento más importante de la política económica del Gobierno y serán discutidos a lo largo de los próximos meses en la Cámara, Los criterios básicos de los Presupuestos preparados por el Gobierno son los siguientes: intento de contención de los gastos corrientes (retribuciones y compra de bienes y servicios); reconocimiento de todos los compromisos previsibles del Estado, sobre todo para financiación de sec...

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El Gobierno presentó ayer en las Cortes y a la opinión pública, mediante una conferencia de prensa, los Presupuestos Generales del Estado para el año 1980. Los Presupuestos constituyen el documento más importante de la política económica del Gobierno y serán discutidos a lo largo de los próximos meses en la Cámara, Los criterios básicos de los Presupuestos preparados por el Gobierno son los siguientes: intento de contención de los gastos corrientes (retribuciones y compra de bienes y servicios); reconocimiento de todos los compromisos previsibles del Estado, sobre todo para financiación de sectores en crisis; reforzamiento del INI y ayuda al desempleo; incremento moderado de la presión fiscal y regulación de ciertos estímulos a la inversión, especialmente en títulos de renta fija.El presupuesto consolidado de las administraciones públicas (Estado, organismos autónomos administrativos y Seguridad Social) se ha cerrado con un déficit previsto de 290.000 millones de pesetas, ligeramente inferior al que se ha considerado como máximo tolerable para el presente ejercicio (unos 300.000 millones), una vez revisado al alza, tras el disparo de gastos del primer semestre.

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Este déficit incluye el aumento de la financiación del Estado a la Seguridad Social y al desempleo por valor de 83.500 millones; a los ayuntamientos, por valor de 26.250 millones; al INI, por 10.000 millones, y a los sectores en crisis, fundamentalmente siderurgia y sector naval, en 20.000 millones.

La financiación de este déficit, sin duda alguna de gran magnitud, se ha previsto en base al siguiente reparto: deuda pública interior, 100.000 millones; deuda exterior, 20.000 millones; apelación al Banco de España, 170.000 millones.

En la conferencia de prensa mantenida por el ministro de Hacienda, Jaime García Añoveros, inmediatamente después de presentar la documentación presupuestaria en las Cortes y antes de iniciar su viaje a Belgrado para participar en la conferencia anual del Fondo Monetario Internacional, insistió en la transparencia y veracidad del actual presupuesto, que ha tratado, según el ministro, de proseguir el proceso de avance y mejora sobre presupuestos anteriores.

Esta afirmación se repite todos los años en la presentación formal de los Presupuestos, aunque la realidad posterior suele desmentirla, ya que las desviaciones en ingresos y gastos suelen ser sustanciales. Este año, por ejemplo, de una estimación de déficit de 200.000 millones, se pasó a otra de casi 500.000 al mediar el año, lo que ha forzado al Gobierno a tratar de aplicar medidas severas de corrección de los gastos corrientes..

Los sueldos públicos aumentarán un 12,5%

El ministro de Hacienda destacó el interés del Gobierno por contener los gastos corrientes y favorecer los de inversión. El aumento previsto de los gastos corrientes, excluidas las aportaciones a Seguridad Social y desempleo, es del 16,6%, en términos nominales, que supone crecimientos casi neutrales en términos reales, es decir, una vez descontada la tasa de inflación.

Según informó el ministro, el incremento medio de la masa salarial para los funcionarios es del 12,5%. Este porcentaje no se aplicará de forma automática y con carácter general, ya que se reserva una parte para incentivar puestos de esencial dedicación o que revistan características de incompatibilidad. El criterio del Gobierno, según expuso el señor Añoveros en la conferencia de prensa, es que el reparto tenga carácter proporcional. y que se produzcan aumentos más sensibles en las remuneraciones básicas (en base a las que se regulan las pensiones), que en las complementarias. El aumento real en las retribuciones se cifra en el 17%, en términos nominales. En este porcentaje se cuentan los aumentos de plantillas y de remuneraciones que entran en vigor en el próximo ejercicio y que afectan a magistrados, jueces, personal docente e inspección de Hacienda.

Congelación de plantillas y lucha contra el pluriempleo

El pasado mes de mayo el Gobierno, en Consejo de Ministros, tomó el acuerdo de que Hacienda no tramitará ningún aumento de plantillas que no fuera justificado por razones especiales. El ministro de Hacienda recordó esta decisión y reiteró la voluntad del Gobierno de congelar las actuales plantillas del Estado y tratar de aumentar su productividad.

Una novedad en este capítulo es la previsión que establece el nuevo presupuesto de regular el régimen de incompatibilidades en el desempeño simultáneo de dos o más empleos en cualquiera de las Administraciones públicas (Estado, organismos autónomos, Seguridad Social e incluso empresas públicas).

A preguntas de los periodistas, el ministro señaló que no le era posible cuantificar el número de personas que cobran del Estado por dos, tres o más vías paralelas. Dijo que esta cifra no es elevada, dentro del Estado -excluida Seguridad Social-, y que básicamente afecta a personal docente.

En el capítulo de los gastos corrientes por adquisición de bienes y servicios se ha practicado una política de contención de los mismos, por lo que se prevé un aumento de sólo el 1,9%.

En el capítulo de inversión, el Presupuesto de 1980 asume el Fondo de Acción Coyuntural, que desaparece. Esta decisión se ha tomado por considerar el Gobierno que la incorporación del Fondo de Acción Coyuntural al Presupuesto, da más flexibilidad a éste. El aumento previsto de los gastos de inversión es del 17,5 %, prácticamente idéntico al previsto por el Gobierno para el producto interior bruto. Al programa inversor para el próximo año, cifrado en unos 550.000 millones de pesetas, hay que añadir los remanentes de este año, especialmente los procedentes del Fondo de Acción Coyuntural, algunas de cuyas partidas han entrado en vigor tras la aprobación de la correspondiente ley esta semana.

Incorporación de la acción coyuntural

Entre las partidas más importantes de este capítulo que fueron destacadas por el ministro de Hacienda en su intervención ante los periodistas pueden reseñarse las siguientes:

Dotaciones al INI por valor de 40.000 millones. Dotaciones para sectores en crisis (siderurgia y naval, fundamentalmente), 20.000 millones. Dotación para incentivación de puestos de trabajo, 10.000 millones. Dotaciones a Obras Públicas (15.000 millones) y Agricultura (5.000 millones), como fondo de acción urgente para compensar desequilibrios territoriales y estimular el empleo en zonas con alto paro no cubierto por el seguro. Este fondo, señaló el ministro, no tiene nada que ver con el de Compensación Territorial, que entrará en vigor de acuerdo con la Constitución, cuando las diversas comunidades autónomas estén operando como tales.

La aportación del Estado a la Seguridad Social mantiene un ritmo levemente creciente, y alcanza el 9% de los gastos de ésta. Este porcentaje queda lejos aún del compromiso del 20% en 1984, pero se mantiene un ritmo de mejora y avance.

El señor García Añoveros hizo especial hincapié en el aumento de la presión fiscal que introduce el Presupuesto para 1980 y que se cifra en el 0,43% respecto al ejercicio anterior. El ministro dijo que pretender alcanzar un aumento de la presión del 1% (demanda de la izquierda) es utópico, ya que esta mayor presión se produce en momentos de grave crisis. En similares términos se manifestó el vicepresidente Abril en el Parlamento hace una semana. La presión fiscal sobre el producto interior bruto se situará en el 12,41%, porcentaje inferior al de la mayor parte de los países occidentales.

Los impuestos directos serán superiores a los indirectos, aunque el ritmo de crecimiento de estos últimos es algo más vigoroso que el de aquéllos en las estimaciones para 1980. En el capítulo de los impuestos directos, los del patrimonio y de personas flsicas mantienen un ritmo de aumento respetable y, sin embargo, el de sociedades se estima menos expansivo. La imposición directa crece, según las estimaciones presupuestarias, un 19,4%.

La indirecta, por el contrario, lo hace en un 24,9%. Aumentan los impuestos de lujo y los de tráfico de empresas. La renta de petróleos aumenta sus aportaciones al Tesoro, aunque en ello hay un efecto engañoso, ya que se incorporan subvenciones encubiertas hasta ahora.

Descenso de ingresos en 1979

El señor García Añoveros señaló en su intervención que la recaudación en el presente ejercicio será inferior a la prevista en el Presupuesto en unos 30.000 millones. Ello se debe a que no se ha reclamado el abono a cuenta del impuesto de sociedades, con objeto de no perjudicar la mala situación financiera de muchas empresas. Asimismo, se ha estimulado la desgravación fiscal para las exportaciones y se ha rebajado la protección arancelaria, y con ello los ingresos de la renta de Aduanas. Destacó también el ministro el efecto que en el impuesto de sociedades han tenido las medidas de apoyo fiscal a la inversión generadora de empleo.

Estímulos fiscales para 1980

En el capítulo de los estímulos fiscales a la inversión y al ahorro, el proyecto de ley de presupuestos contempla los siguientes, según expuso el ministro ante los periodistas:

-En el impuesto sobre la renta se aumenta del 15% al 22% la deducción de la cuota para las inversiones a realizar en 1980 en la suscripción o adquisición de deuda pública del Estado. Esta deducción será del 20% si la inversión es en deuda de las comunidades autónomas, cédulas de la banca oficial y títulos de renta fija del INI, Renfe, Telefónica o compañías eléctricas.

Con estos estímulos fiscales, que según señaló el señor Añoveros gozarán de una campaña de difusión de cierta envergadura, se pretende estimular el mercado de renta fija y crear un mercado secundario de recolocación de los títulos. Se trata, dijo, que las emisiones de renta fija se coloquen en pequeños paquetes a muchos ahorradores. No hay que olvidar que solamente el Estado tendrá que colocar el próximo año no menos de 100.000 millones de deuda que se multiplicarán por varias unidades si contamos comunidades autónomas, INI, banca oficial, telefónica y sociedades eléctricas. Para gozar de la deducción habrá que mantener los títulos adquiridos al menos tres años.

En el impuesto sobre sociedades el presupuesto prorroga los beneficios fiscales para las nuevas inversiones que generen empleo.

Otro beneficio fiscal que establece el nuevo presupuesto es el de la elevación del mínimo exento en el impuesto sobre el patrimonio. Esta elevación es de un millón y de un 50% por esposa e hijos. El ministro justificó esta medida como aplicación del espíritu de este impuesto que no tiene intenciones recaudatorias con carácter general.

Regularizaciones de balances y activos patrimoniales

En el capítulo de las regularizaciones, el presupuesto no contempla una de balances para este ejercicio, aunque el ministro señaló que se hará al finalizar el ejercicio 1980. En estos momentos está en marcha la regularización a 31 de diciembre de 1978 y la siguiente se prevé para 1980.

Sí se permitirá, sin embargo, la regularización de activos en el exterior, así como la de aquellas sociedades que hasta ahora no tributaban, como son las fundaciones.

Otra novedad que se introduce en el presupuesto es la posibilidad de actualizar el valor patrimonial de los contribuyentes que no estuvieran obligados a declarar en el pasado ejercicio. Esta actualización es importante para evitar incurrir en los efectos del impuesto sobre plusvalías previstas en el impuesto sobre la renta y que grava al titular de un bien en el momento en que lo enajena. La política del Gobierno y el espíritu de la reforma, dijo el ministro, es mantener el impuesto de plusvalías, aunque se mantendrán actualizaciones periódicas de valor con objeto de evitar una penalización del ahorro. Para aquellos ciudadanos que no estén obligados a presentar declaración (se estima que la presentarán siete millones) se prevé en la ley de Presupuesto una actualización inmediata y automática del valor de sus bienes.

Presupuesto de gastos fiscales

Otra de las novedades que incorpora este presupuesto y que estaba prevista en la ley presupuestaria, es la presentación del presupuesto de gastos fiscales. En el cuadro número cuatro se resume el cuadro de exenciones fiscales en vigor y su efecto sobre la recaudación. Sobre la recaudación, el impacto de las exenciones es del orden del 19%, cifra, sin duda, importante.

Las partidas más importantes de esta renuncia del Tesoro a unos ingresos proviene del impuesto sobre la renta. Existen exenciones de gran importancia, como la aplicable por compra de vivienda propia (la inversión en este fin permite una deducción del 15%). Las exenciones en la renta de sociedades suponen, en realidad, una reducción del tipo impositivo medio del 33% al 24%. Este tipo efectivo medio es ligeramente inferior al de otros países.

Racionalización de gastos

El ministro de Hacienda se refinó, en último término, a la política de racionalización de gastos y revisión de los mismos iniciada desde hace un par de años y que necesariamente será de lenta aplicación. Esta política se establece en base a la puesta en marcha de los presupuestos por programas de forma progresiva en los distintos ministerios y a la aplicación de los presupuestos en base cero a organismos públicos que se hará a partir del próximo mes de noviembre.

El presupuesto de base cero supone establecer una revisión de todas las asignaciones y una revisión de plantillas. La aplicación de esta política, señaló el señor Añoveros, supondrá reajustes de plantillas y destinos, así como de partidas presupuestarias.

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