Otero Novas: "El nivel de escolarización es francamente bueno"

El ministro de Educación, José Manuel Otero Novas, reiteró ayer en que el nivel de escolarización alcanzado en España es francamente bueno y que su departamento garantizará la atención a todas las necesidades de profesorado que se demuestren objetivamente, pero que «el Ministerio no va a negociar políticamente soluciones de parcheo para determinadas provincias, las que más gritan, en perjuicio de otras»

.Admitió el titular de Educación que el curso se había iniciado con un nivel de conflictividad superior al que se había pronosticado y señaló, al respecto, que el 11,5 % de la población ...

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El ministro de Educación, José Manuel Otero Novas, reiteró ayer en que el nivel de escolarización alcanzado en España es francamente bueno y que su departamento garantizará la atención a todas las necesidades de profesorado que se demuestren objetivamente, pero que «el Ministerio no va a negociar políticamente soluciones de parcheo para determinadas provincias, las que más gritan, en perjuicio de otras»

.Admitió el titular de Educación que el curso se había iniciado con un nivel de conflictividad superior al que se había pronosticado y señaló, al respecto, que el 11,5 % de la población escolar había estado sin clases durante la primera semana.

El boicot de los profesores a los actos públicos de adjudicación de vacantes; el incremento de las tarifas de los transportes, que se produjo algunos días después de haberse iniciado las clases en varias provincias, y el retraso en la aprobación de los presupuestos de este ano, que afectó al suministro de mobiliario a las nuevas unidades escolares puestas en funcionamiento, son las tres causas principales, a juicio del ministro, que han motivado la conflictividad de los primeros días.

En relación con los problemas del transporte escolar, que afectaron fundamentalmente a la población estudiantil de Galicia, el señor Otero Novas dijo que resulta disparatado que el Ministerio de Educación sea, en estos momentos, la principal empresa de transportes del país, hasta el punto de que el Ministerio transporta diariamente más personas que la propia Renfe. Agregó que ya se están dando los pasos necesarios para liberar al departamento de esa pesada carga, así como de la que comportan también los comedores escolares.

Los problemas del suministro de mobiliario escolar han afectado a unos 25.000 nuevos puestos, lo que representa un 5% del total, y, en cuanto a la «supuesta reducción del cupo de profesores», el ministro reiteró los argumentos expuestos recientemente por otras autoridades de su departamento, es decir, que únicamente se ha producido una racionalización de todo el sistema, con miras a una mejor utilización de los medios de que se dispone. Esto supone, entre otras medidas, la supresión de centros con menos de ocho unidades, en la mayoría de las cuales la relación del número de alumnos por profesor es exageradamente baja.

El ministro aseguró que es absolutamente comprensible la inquietud de los maestros afectados por el paro como consecuencia de las nuevas incorporaciones a la docencia y del acceso al funcionariado de miles de profesores interinos; pero que el Ministerio no es una oficina de empleo capaz de asumir el exceso de profesores que se titulan cada año en las escuelas de formación del profesorado de EGB.

Insistió en que estaban atendidas todas las plazas que funcionaron el curso pasado, más las de nueva creación, pero que si se habían producido equivocaciones se corregirían en el momento en que tales equivocaciones se demostraran, y admitió, por otra parte, que las previsiones de necesidades formuladas por algunos servicios provinciales del departamento no coincidían con las de éste.

En respuesta a determinadas preguntas sobre el conflicto de Barcelona, el ministro dijo que tal vez se estuviesen capitalizando con miras electorales, pero que él entendía las lógicas inquietudes sociales que comporta el problema del paro de profesores, por lo que no pensaba que las razones políticas estuvieran en primer lugar. Dijo también que las «jornadas de lucha» perjudicaban mucho más a la enseñanza pública que a la privada, por lo que no comprendía que éstas estuviesen inspiradas por quienes más defienden a la escuela pública. Quizá no advierten que el trasvase hacia la enseñanza privada de muchos sectores de la población es el fruto de la convicción de que la enseñanza estatal es más conflictiva.

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