Un cabo mata a un capitán en El Ferrol

Antonio Cabanillas Cabrera, soldado del cuartel de instrucción de la zona marítima del Cantábrico, en El Ferrol, mató al capitán de Infantería de Marina de dicho acuartelamiento Carlos Seijas Fernández, disparándole dos tiros con un fusil Cetme. Se le encasquilló el arma cuando intentó disparar contra el teniente Mariano Alvarez González, que cenaba con el fallecido en el momento de producirse el suceso, a las once menos cuarto de la noche del domingo.El soldado Antonio Cabanillas, un «cabo verde» de la Marina, es natural de Basauri (Vizcaya), residente en Santander. Se especuló con la posible...

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Antonio Cabanillas Cabrera, soldado del cuartel de instrucción de la zona marítima del Cantábrico, en El Ferrol, mató al capitán de Infantería de Marina de dicho acuartelamiento Carlos Seijas Fernández, disparándole dos tiros con un fusil Cetme. Se le encasquilló el arma cuando intentó disparar contra el teniente Mariano Alvarez González, que cenaba con el fallecido en el momento de producirse el suceso, a las once menos cuarto de la noche del domingo.El soldado Antonio Cabanillas, un «cabo verde» de la Marina, es natural de Basauri (Vizcaya), residente en Santander. Se especuló con la posible relación de los hechos con los recientes atentados contra varios militares, pero nada hace suponer válida esta hipótesis, y, a pesar de la total ausencia de versión oficial sobre los móviles del atentado, se da como posible la versión de que Antonio Cabanillas estaba desairado porque le habían negado un permiso recientemente. Por lo visto, se le había observado de malhumor durante el domingo.

La víctima estaba cumpliendo su primera guardia de turno en el cuartel, después de que hubiera llegado destinado a El Ferrol, procedente de Cartagena, hace solamente diez días. La noticia conmovió seriamente a los medios militares ferrolanos y a la opinión pública de la ciudad. El capitán SeiJas deja viuda y un hijo de cinco años.

El caso ha sido instruido militarmente por el capitán del mismo cuerpo Víctor García Alonso, que actúa como juez. El soldado homicida ingresó, totalmente aislado, en la prisión militar de Caranza. El cuerpo de la víctima fue enterrado ayer por la tarde en el cementerio de Sillobre, cercano a El Ferrol, con la asistencia de algo más de mil personas, según informa nuestro corresponsal, Germán Castro.

En el duelo oficial figuraba el vicealmirante del arsenal militar, Mauricio Hermida Guerra-Mondragón, que ostentaba la representación del capitán general de la zona marítima del Cantábrico.

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