Gerencia ha abierto expediente a una infracción urbanística en Peñagrande

La construcción ilegal de un bloque de nueve plantas dedicadas a viviendas ha sido detectada por la Gerencia Municipal de Urbanismo en el polígono A de Peñagrande. Este bloque, construido sin contar para ello con la preceptiva licencia municipal, podría servir como primer paso en la lucha que la propia Gerencia se ha planteado, de cara a conseguir un respeto, por parte de los constructores, a la disciplina urbanística de la ciudad que, durante años, ha sido vulnerada impunemente, a base del sistema de «hechos consumados».

En la calle del Arroyo de Valdeyeras, dentro del denominado políg...

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La construcción ilegal de un bloque de nueve plantas dedicadas a viviendas ha sido detectada por la Gerencia Municipal de Urbanismo en el polígono A de Peñagrande. Este bloque, construido sin contar para ello con la preceptiva licencia municipal, podría servir como primer paso en la lucha que la propia Gerencia se ha planteado, de cara a conseguir un respeto, por parte de los constructores, a la disciplina urbanística de la ciudad que, durante años, ha sido vulnerada impunemente, a base del sistema de «hechos consumados».

En la calle del Arroyo de Valdeyeras, dentro del denominado polígono A de Peñagrande, la cooperativa de viviendas Alcántara, que cuenta con 180 socios, ha construido un bloque de viviendas, con nueve plantas de altura, para entregarlas a sus cooperativistas. El bloque en cuestión estaba previsto en el plan parcial de la zona. Hasta ahí todo es legal y correcto. Sin embargo, el citado bloque ha sido construido sin que para ello la Gerencia Municipal de Urbanismo haya librado la correspondiente licencia.Las razones de la Gerencia para no haber concedido la oportuna licencia de construcción están en que el plan parcial correspondiente fue redactado en su día de tal forma que los núcleos de chabolas existentes fueron esquivados por los bloques de viviendas -los que se venden- y fueron repartidas, en los planos, en las zonas destinadas a cesiones. Es decir, los viales proyectados en el polígono están invadidos por las chabolas, y lo mismo pasa con la zona escolar y otro tanto con un parque. Con esas zonas invadidas por las chabolas, la urbanización del nuevo barrio -con capacidad para 2.000 familias- quedaría posteriormente supeditada a que el Ayuntamiento - y no los promotores- negociara con los chabolistas y los realojara.

Sin embargo, la Gerencia no concedió la licencia de construcción, a la espera de que la junta de compensación del polígono hiciera esa negociación y realojara a los chabolistas, para que después, ya libre de la carga social de las chabolas, se pudiera proceder a la urbanización, que había sido garantizada económicamente por medio del aval previsto por la legislación. La junta de compensación de este polígono está formada por varias cooperativas: Montepío de Teléfonos, El Pinar, Alcántara, San Juan de la Cruz, Madrid 2.000 y otras de menor entidad.

Pero una de esas cooperativas, Alcántara, decidió no esperar a terminar las negociaciones y construyó, casi totalmente, el bloque de nueve plantas, a pesar de que, ya en abril de 1978, fue denunciada por efectuar el vaciado correspondiente a los cimientos sin contar tampoco con la licencia municipal.

Ahora, con el bloque casi terminado, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha abierto el correspondiente expediente disciplinario. La resolución de este expediente, que podría producir se hacia la segunda semana de septiembre, tiene la posibilidad de sancionar a la cooperativa con la multa máxima prevista en estos casos, diez millones de pesetas, y ordenar, paralelamente, la de molición del edificio.

Sin embargo, esa orden de demolición, en el caso de producirse, podría llegar acompañada de una suspensión de la misma, a la espera de que la cooperativa solucionase sus problemas con los chabolistas y procediese a la urbanización de la zona.

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Cooperativa Alcántara: "Gerencia tiene la culpa"

La cabeza visible de la Cooperativa Alcántara es Antonio Trueba, quien, al ser preguntado por EL PAÍS sobre la irregularidad urbanística, reconoció que no disponían de la preceptiva licencia para construir. «Pero lo único que nos falta», añadió el señor Trueba, «es el papelito que nos autoriza a construir, puesto que el bloque en cuestión ya está previsto en el planeamiento. Y la culpa la tiene Gerencia, por la demora en la concesión de la licencia. Cuando haces una petición, lo resuelve pronto o pasa a dormir el sueño de los justos. Y hay que pensar que detrás de una cooperativa hay mucha gente que ha hecho un gran sacrificio económico por comprar su piso.»Tras insistir varias veces el señor Trueba acerca de que la publicación de la noticia podría retrasarse «un par de días», aseguré que «de todas maneras, el construir sin licencia para después legalizar la situación es pauta que se sigue en muchas de las edificaciones de Madrid».

Sin embargo, lo que la Gerencia pretende es precisamente eso: desterrar el sistema de construcción de hechos consumados, aunque la construcción se haya realizado sin licencia. «Así está Madrid», afirma a EL PAÍS el gerente, José Ignacio Quintana. Y el propio gerente confirmó a este periódico que «el caso de Peñagrande es el primero de una serie que pensamos sacar a la luz».

Según informaciones procedentes de la misma Gerencia, este organismo municipal ya dispone de una amplia relación de edificios construidos ilegalmente contra los que se va a actuar inmediatamente, con el fin de conseguir que el crecimiento indiscriminado de Madrid, en base a edificios como el de Peñagrande, termine de una vez.

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