Se impuso la negociación fuera de las Cortes

Veintiún días naturales, plazo habilitado para el trámite en ponencia, ha durado la negociación del proyecto de Estatuto de Autonomía catalán en la ponencia conjunta Congreso-Asamblea de Parlamentarios catalanes.La troika catalana -formada por el Partido Socialista de Cataluña (PSC), el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC)- mostró, al principio de las negociaciones, una postura unitaria de rechazo a cualquier mediación extraparlamentaria, a que la negociación, a diferencia de lo que ocurrió con el Estatuto vasco, no se trasladara d...

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Veintiún días naturales, plazo habilitado para el trámite en ponencia, ha durado la negociación del proyecto de Estatuto de Autonomía catalán en la ponencia conjunta Congreso-Asamblea de Parlamentarios catalanes.La troika catalana -formada por el Partido Socialista de Cataluña (PSC), el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) y Convergencia Democrática de Cataluña (CDC)- mostró, al principio de las negociaciones, una postura unitaria de rechazo a cualquier mediación extraparlamentaria, a que la negociación, a diferencia de lo que ocurrió con el Estatuto vasco, no se trasladara del palacio de las Cortes al palacio de la Moncloa. Diez días después de la primera reunión de la ponencia conjunta, el 30 de julio, Adolfo Suárez recibía por separado a los tres líderes de los partidos de la troika: Joan Reventós, Jordi Pujol y Antoni Gutiérrez.

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El presidente del Gobierno propuso una negociación técnico-política con él y sus colaboradores. Al día siguiente, la Comisión de los 21, integrada por los parlamentarios que redactaron el Estatuto de Sau, fue informada por los secretarios generales del PSC, PSUC y CDC de las entrevistas mantenidas con Suárez y autorizó contactos «a todos los niveles». Ese mismo día, 31 de julio, comenzaron las negociaciones formales extraparlamentarias en torno al Estatuto de Autonomía de Cataluña.

El presidente del Gobierno y de UCD, Adolfo Suárez, que había permanecido alejado de la discusión del Estatuto, tras las primeras entrevistas con Reventós, Pujol y Gutiérrez, volvió a tomar las riendas, en un intento de impulsar la negociación, mediante una reunión conjunta con la troika el día 3 de agosto, en la que quedó claro su inevitable protagonismo en el proceso estatutario. Al día siguiente, Suárez horas antes de partir a Brasil volvía a convocar, esta vez por separado, a los tres líderes catalanes para asegurarse el éxito de la última ronda de negociaciones. El secretario de Estado para la Información, Josep Meliá, declaró que Suárez, antes de su viaje a Brasil, lo había dejado todo bien arreglado.

Las negociaciones extraparlamentarias se desarrollaron en dos puntos distintos de reunión, el Ministerio de Hacienda, con el estudio de los artículos relativos a hacienda y finanzas de la comunidad autónoma, y la Moncloa, donde se desarrollaron las negociaciones políticas en tomo a los restantes puntos del Estatuto. Cabe destacar la no presencia, en las negociaciones del Ministerio de Hacienda, del PSUC, Los acuerdos adoptados en las reuniones fueron enviados paulatinamente a la ponencia conjunta para su aprobación formal. El día 3 de agosto, Manuel Fraga, representante de Coalición Democráfica en la ponencia, abandonó los trabajos de la misma en base a la forma de negociar el Estatuto. Asimismo, denunció el cambio de actitud de los representantes catalanes, que defendían que sólo negociarían en la ponencia y «ahora lo hacen fuera de las Cortes».

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