Marruecos rechaza las recomendaciones del comité de la OUA sobre el Sahara

Marruecos rechazó anoche las recomendaciones del comité ad hoc de la OUA sobre el Sahara, considerándolas, por lo menos en lo que al principio de autodeterminación se requiere, como inaceptables.

El ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohamed Bucetta, declaró ante los jefes de Estado de la OUA que su país se siente decepcionado en gran medida por las recomendaciones del comité y que, aunque estaría dispuesto a aceptar el cese del fuego que en ellas se preconiza, considera inadmisible la petición de que sea ejercido el derecho a la autodeterminación por los saharauis.En su intervenc...

Marruecos rechazó anoche las recomendaciones del comité ad hoc de la OUA sobre el Sahara, considerándolas, por lo menos en lo que al principio de autodeterminación se requiere, como inaceptables.

El ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Mohamed Bucetta, declaró ante los jefes de Estado de la OUA que su país se siente decepcionado en gran medida por las recomendaciones del comité y que, aunque estaría dispuesto a aceptar el cese del fuego que en ellas se preconiza, considera inadmisible la petición de que sea ejercido el derecho a la autodeterminación por los saharauis.En su intervención ante los jefes de Estado africanos, el ministro marroquí dijo que las actuales posiciones de España sobre el Sahara había que rechazarlas por muertas y caducas. Añadió que responden a las actitudes y rencores que deja la colonización en las antiguas potencias colonizadoras, cuando ya un país se les ha liberado de la colonización.

La base de la discusión del tema, del Sahara es la recomendación presentada por el comité ad hoc, o comité de «notables» que preside el jefe del Estado sudanés, general Gaafar el Numeiri. De acuerdo con ese documento, se propone:

1) Un cese al fuego total e inmediato para crear un clima favorable al entendimiento. 2) El ejercicio del derecho a la autodeterminación por los saharauis sobre la base de tres preguntas: a) independencia total; b) mantenimiento del statu quo; c) unión a Mauritania o Marruecos. 3) Creación de una comisión integrada por cinco Estados africanos asistidos por la ONU para supervisar el referéndum, y reunión de todas las partes, incluidos los saharauis.

El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Bucetta, quien preside la delegación de su país después de que el rey Hassan II anunciara su intención de no participar en esta cumbre, declaró que Marruecos considera que la misión visitadora del comité de «notables», integrado en su última fase por los presidentes Olesegn Obasanjo y Mussa Traore, de Nigeria y Malí, respectivamente, pudo entrevistarse en Marruecos con la población del Sahara, que, según Bucetta, «es en un 95% favorable a la unión con Marruecos».

Bucetta reiteró que Marruecos está dispuesto a cooperar, pero a condición de que «la integridad territorial marroquí no sea puesta en tela de juicio ni su soberanía». La posición de Marruecos, unida a la también inflexible del Polisario y Argelia, hace prever unos debates tempestuosos y, probablemente, con pocos resultados. Las primeras intervenciones que se han dado ya en la cumbre sobre el Sahara permiten, sin embargo, anticipar que la recomendación del comité ad hoc puede ser aprobada por mayoría. Los jefes de Estado de Benin, Seychelles, República Popular del Congo y los representantes de Libia y Etiopía llegaron más lejos que la recomendación prevista, y pidieron el reconocimiento de la República Arabe Saharaui Democrática, cuyo pueblo «es víctima de una nueva colonización». Aunque Marruecos parece que podrá contar nuevamente con el apoyo de los países moderados de Africa, es casi indudable que quedará en franca minoría y que el proyecto del comité ad hoc será aprobado. Las dudas ahora son sí la delegación del Polisario que se encuentra en Monrovia encabezada por Ibrahim Hakim será invitada a dirigirse a la cumbre y en calidad de qué lo hará, si como Frente Polisario o, caso de que lo sea, como ministro de la RASD.

En la segunda sesión pública de los jefes de Estado se enfrentaron a propósito, siempre de la «cuestión tanzana», los presidentes de Uganda, Godfrey Nbinaisa, y el de Nigeria, que presidía la sesión, Olasegun Obasanjo. Nbinaisa hizo una defensa de la intervención tanzana «para derrocar a un tirano junto con el Frente Ugandés», y dijo que los jefes de Estado de la OUA harían más bien en ocuparse y preocuparse del medio millón de ugandeses que fueron asesinados durante el mandato de Idi Amín, y los asesinatos de escolares por las autoridades del Imperio Centroafricano.