Pena de muerte para los autores de la matanza de cadetes sirios

Dieciocho miembros de la secta Hermandad Musulmana pueden ser ejecutados hoy en Damasco, tras haberles sido impuesta pena de muerte el sábado, por el tribunal sirio de seguridad del Estado. Sobre ellos pesa la acusación de «asesinato y pertenencia a bandas armadas».Hermanos musulmanes fueron los autores del ametrallamiento, el pasado 16 de junio, de casi cincuenta cadetes de la Academia Militar de Aleppo. Los dieciocho condenados, dieciséis civiles y dos militares, pertenecen a la secta, cuyo objetivo principal es librar al Islam de las influencias occidentales.

Las sentencias an...

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Dieciocho miembros de la secta Hermandad Musulmana pueden ser ejecutados hoy en Damasco, tras haberles sido impuesta pena de muerte el sábado, por el tribunal sirio de seguridad del Estado. Sobre ellos pesa la acusación de «asesinato y pertenencia a bandas armadas».Hermanos musulmanes fueron los autores del ametrallamiento, el pasado 16 de junio, de casi cincuenta cadetes de la Academia Militar de Aleppo. Los dieciocho condenados, dieciséis civiles y dos militares, pertenecen a la secta, cuyo objetivo principal es librar al Islam de las influencias occidentales.

Las sentencias anunciadas ayer, sin embargo, se refieren a actos cometidos antes de la matanza de Aleppo, en la que también resultaron heridos más de una veintena de futuros oficiales artilleros.

Las víctimas del ataque de Aleppo pertenecían a la secta alauita, de la que son miembros el presidente Assad y muchos de sus más íntimos asociados en el Gobierno sirio. Esto explica la fulminante rapidez y extrema dureza de la sentencia. Fuentes diplomáticas occidentales señalan que el alcance del atentado y la decisión y efectividad de los atacantes de la academia artillera de la ciudad norteña reflejan la seriedad de la amenaza potencial que pesa sobre el régimen de Damasco.

La política de Assad en sus nueve años de liderazgo se ha basado en un reparto más o menos equitativo de los cargos de su administración entre la etnia alauita, la sunnita y otros grupos menores del espectro político sirio. La violencia reciente protagonizada por la Hermandad Musulmana coloca al presidente sirio entre la opción de ampliar unas concesiones que podrían debilitar su poder y la de reprimir sin contemplaciones, políticamente contraproducentes.

La Hermandad Musulmana fue fundada en 1929 en Egipto, donde alcanzó su mayor proyección en su lucha contra Gamal Abdel Nasser. Hacia 1945, la secta, cuyas mayores armas ideológicas eran la crítica de la corrupción y la influencia occidental en los países árabes, se convirtió en un cuerpo paramilitar. En 1954 intentaron asesinar a Nasser, que ordenó el ajusticiamiento de algunos de sus líderes.

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