"Nuestras Fuerzas Armadas son la garantía de la democracia"

El papel de las Fuerzas Armadas como garantes de la transición democrática y la urgente necesidad de que España ingrese en la OTAN fueron los dos hilos conductores de la conferencia que el diputado de UCD por Granada y presidente de la Comisión de Interior del Congreso, Arturo Moya, pronunció anoche en el Club Siglo XXI, sobre el tema «El Ejército en la España constitucional».«Nuestras Fuerzas Armadas», comenzó diciendo, «son la garantía de la democracia y, por tanto, sobran las manifestaciones que, desde otras tribunas, o en cualquiera de las numerosas tertulias que a diario se producen, pone...

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El papel de las Fuerzas Armadas como garantes de la transición democrática y la urgente necesidad de que España ingrese en la OTAN fueron los dos hilos conductores de la conferencia que el diputado de UCD por Granada y presidente de la Comisión de Interior del Congreso, Arturo Moya, pronunció anoche en el Club Siglo XXI, sobre el tema «El Ejército en la España constitucional».«Nuestras Fuerzas Armadas», comenzó diciendo, «son la garantía de la democracia y, por tanto, sobran las manifestaciones que, desde otras tribunas, o en cualquiera de las numerosas tertulias que a diario se producen, ponen en entredicho semejante verdad, insinuando actitudes golpistas que lesionan el honor de tan alta institución ».

«Admitir y proclamar la necesaria renovación de la sociedad castrense (que es, por otra parte, un imperativo insoslayable de cualquier organismo vivo) no puede significar de ningún modo descomposición o debilitamiento de la misma». «Sólo un Ejército fuerte», dijo el conferenciante, «moderno y esperanzado puede estar en condiciones de afrontar con posibilidades de éxito la nueva misión que el pueblo ha confiado a la responsabilidad de su brazo armado».

«Necesitamos», dijo más adelante, «unas FFAA que estén en condiciones de responder tanto a la agresión procedente del extranjero como a las nuevas formas de guerra subversiva interior. Tenemos los medios suficientes para organizar unas Fuerzas Armadas operativas, altamente cualificadas, capaces de defender la soberanía de nuestra Patria en su sentido integral, de suerte que la política interior española sea respetada internacionalmente y no sufra constantes o esporádicos influjos más o menos directos de quienes abrigan propósitos de predominio político y estratégico en dl plano mundial».

Tras plantear los problemas que suscitan el País Vasco, Canarias, Ceuta, Melilla y Gibraltar, se preguntó «¿cómo es posible pensar que con una política de neutralidad se seguirá manteniendo la soberanía e independencia nacional y la integridad territorial, si la conflictiva solución de estos problemas afecta nuclearmente al equilibrio estratégico militar de Occidente?».

«La postura de una potencia europea como España», respondió el señor Moya, «no puede ser la neutralidad, que equivale en el fondo a renunciar de modo incalificable a la obligación patria de defender nuestro propio destino», «España debe, sin duda», añadió, «desde su propia soberanía política, optar por el ingreso ,de pleno derecho en la OTAN, y debe hacerlo cuanto antes».

Concluyó enumerando las ventajas que, en su opinión, comportaría este ingreso y citó el compromiso de todo el Ejército aliado a defender la integridad nacional en caso de necesidad;potenciación de nuestro Ejército en material y preparación; cambio del actual estatuto de Gibraltar, por el de una base de la OTAN con soberanía española, y seguridad plena y definitiva para el destino de Canarias.

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La contraconferencia

Durante el coloquio que siguió a la conferencia se produjo, entre otras, la intervención del teniente coronel en situación de excedencia especial -dedicado a la empresa privada- Jaime López Garrido, el cual comenzó leyendo unos follos que llevaba escritos y afirmó que «el Ejército español es franquista, y lo es antes de que naciera Franco, durante el régimen de Franco y después de la muerte de Franco, porque el Ejército ha sido siempre asi»; se refirió a valores permanentes,y entre ellosel del honorque dijo estd por encima de la pura disciplina.

Más adelante se refirió a «nosotros» para hablar de la institución militar. El moderador de la mesa, general Tomás Garicano Goñi, cortó la intervención y rogó al señor López Garrido que se limitase a hablar en nombre propio y no del Ejército como institución.

Por su parte, el señor Moya contestó que la intervención le había parecido a modo de contraconferencia a su conferencia, lo cual le parecía muy legítimo y que, por su parte, nada tenía que añadir.

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