Oreja defiende el libre comercio en la reunión de la OCDE

«El momento es importante y grave», estimó ayer el ministro español de Exteriores, Marcelino Oreja, abundando en la opinión de sus colegas de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que, con los ministros de Finanzas, iniciaron ayer los trabajos de la reunión ministerial de la Organización. La crisis, la energética en particular y sus consecuencias, dominará las discusiones que terminarán hoy.El señor Oreja, en su intervención en el foro de la OCDE, se refirió a los puntos del orden del día (la cuestión del petróleo será abordada más profundamente hoy) y exaltó el com...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

«El momento es importante y grave», estimó ayer el ministro español de Exteriores, Marcelino Oreja, abundando en la opinión de sus colegas de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que, con los ministros de Finanzas, iniciaron ayer los trabajos de la reunión ministerial de la Organización. La crisis, la energética en particular y sus consecuencias, dominará las discusiones que terminarán hoy.El señor Oreja, en su intervención en el foro de la OCDE, se refirió a los puntos del orden del día (la cuestión del petróleo será abordada más profundamente hoy) y exaltó el comercio libre, «que beneficia tanto a los países industrializados como a los que se hallan en vías de desarrollo», y, en su opinión, es «el motor que pone en marcha las economías». Tras reseñar las fuerzas que amenazan esta expansión del comercio mundial (inflación, deuda exterior, nacionalismo económico), abogó por una «mayor coordinación de las políticas económicas nacionales», y contra el proteccionismo a ultranza destinado a «empobrecer al vecino». Esta coordinación, que haga «de la reactivación una labor de todos», la estima esencial el señor Oreja para enfocar con esperanza unas relaciones económicas internacionales, que describió como «oscuras» y dominadas por la «desconfianza». Los acontecimientos que han ensombrecido el panorama mundial son para el ministro español:

1. Empobrecimiento relativo de los países debido al encarecimiento de la energía, que ha empeorado el paro y la inflación.

2. La incidencia de la crisis energética sobre las tasas de desarrollo económico futuro.

3. El hecho de que un mundo de energía escasa y cara debe necesariamente ser un mundo en el que se ahorre energía.

El ministro, en unas breves declaraciones a la prensa española acreditada en París, se manifestó pesimista al intentar prever el signo futuro de la evolución de la crisis occidental. En el marco de la OCDE, como introducción a los trabajos de la reunión ministerial, el secretario general de la organización, señor Van Lennep, esbozó su impresión sobre lo que pudiera dar de sí el futuro y afirmó que, antes de volver a una situación menos pesimista. sería necesario «eliminar ciertos condicionamientos que pesan sobre nuestras economías». Se refería concretamente a las tres componentes de la crisis que la OCDE estima como problemas primeros a resolver: la crisis de la energía, la inflación y los desequilibrios de las balanzas de pagos. En opinión de los responsables de la Organización, sólo cuando se hayan reparado estas tres averías de la economía del mundo capitalista «se podrá volver a encontrar una tasa de crecimiento más rápida y sostenible y así reducir el paro obrero».

Archivado En