Los toros
Estoy parcialmente de acuerdo con Manuel Vicent, habitual intérprete de nuestra cultura en la última página de EL PAIS y, concretamente, en la del pasado domingo 20 de mayo.«Es la villanía de nuestra cultura y una larga política ratonera la que mantiene en pie un espectáculo -los toros- fomentado por toda suerte de vilezas. »
Claro que también podría invertirse el aserto: « Pese a la villanía de nuestra cultura y una larga política ratonera se mantiene en pie todavía- un espectáculo emergiendo de toda suerte de vilezas. »
Creo que Vicent es el hombre más indicado para redacta...
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Estoy parcialmente de acuerdo con Manuel Vicent, habitual intérprete de nuestra cultura en la última página de EL PAIS y, concretamente, en la del pasado domingo 20 de mayo.«Es la villanía de nuestra cultura y una larga política ratonera la que mantiene en pie un espectáculo -los toros- fomentado por toda suerte de vilezas. »
Claro que también podría invertirse el aserto: « Pese a la villanía de nuestra cultura y una larga política ratonera se mantiene en pie todavía- un espectáculo emergiendo de toda suerte de vilezas. »
Creo que Vicent es el hombre más indicado para redactar un artículo que ya voy echando e falta en su periódico y que podría llevar por título «El poder del confesonario».
La verdad es que, además d echar siete llaves al sepulcro de El Cid, habría que echárselas también al de Ganivet y al de Larra. O, mejor, ¿por qué no?, llevarles a los tres a Cuelgamuros y enterrarlos allí con las 11.000 vírgenes de ambos sexos y los innumerables mártires de Zaragoza.