Los empresarios de minas de carbón denuncian el peligro de quiebra del sector

La minería del carbón, con una producción de veinte millones de toneladas y 53.000 trabajadores, se encuentra en peligro, afirma Carbunión, federación de empresarios de minas de carbón, en una nota de pago publicada ayer por la prensa asturiana, en la que los empresarios piden una política de salvación de dicha minería congruente con los países de la CEE. Los sucesivos aumentos de costos de los últimos años, no compensados por los correspondientes incrementos de los precios de venta fijados por la Administración, han ocasionado, aseguran los empresarios, unas pérdidas importantes a la mine...

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La minería del carbón, con una producción de veinte millones de toneladas y 53.000 trabajadores, se encuentra en peligro, afirma Carbunión, federación de empresarios de minas de carbón, en una nota de pago publicada ayer por la prensa asturiana, en la que los empresarios piden una política de salvación de dicha minería congruente con los países de la CEE. Los sucesivos aumentos de costos de los últimos años, no compensados por los correspondientes incrementos de los precios de venta fijados por la Administración, han ocasionado, aseguran los empresarios, unas pérdidas importantes a la minería del carbón ya en 1978. Estas pérdidas aumentarán de forma considerable en 1979, a pesar de la revisión de los precios de febrero, que ha sido inferior, en un 24%, al aumento real de coste, justificado ante la Junta Superior de Precios por las empresas del sector.Al referirse a León, provincia con cuatro millones de toneladas y 11.500 trabajadores, los empresarios advierten que el problema de los precios, la falta de pago de los suministros y la ausencia de previsiones a medio plazo han puesto a las minas leonesas en peligro de cierre inmediato.

Comisiones Obreras de Asturias ha emitido un comunicado en el que ve como única fórmula para salvar la crisis de la minería su nacionalización urgente, pero gradual, sin esperar a que se produzca la descapitalización de las empresas, que esquilman los yacimientos y destrozan las instalaciones. La central sindical indica la necesidad de un control firme en la etapa de la nacionalización, capaz de evitar «una explotación de liquidación que realizan todas las empresas privadas cuando se retiran de una actividad concreta».

Respecto a Hunosa, Comisiones Obreras defiende una valoración justa de lo que cuesta producir tina tonelada de carbón y critica su sometimiento a los precios políticos, «porque así conviene a la siderurgia y a la empresa transformadora.

Por su parte, la UGT, después de exponer la situación de Hunosa, que debe 3.300 millones a la Seguridad Social y ochocientos millones de pesetas a sus proveedores, es partidaria de aplicar a la empresa nacional hullera un enérgico tratamiento, con medidas muy serias, asumidas con plena responsabilidad por todos: UGT, Comisiones Obreras, ingenieros, facultativos, vigilantes, directores y presidente. De prolongarse la agonía de Hunosa, afirma la UGT, se convertiría en un auténtico «figaredón», por analogía al caso de Minas de Figaredo.

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