Muchos piden un plebiscito popular
La necesidad de iniciar un debate nuclear que desemboque en un plebiscito popular es una petición que empieza a tomar cuerpo en nuestro país. El ejemplo de otros países y la progresiva sensibilización que se ha producido en la opinión pública han venido a fortalecer la iniciativa que desde hace varios años han mantenido los diferentes grupos ecologistas.Después de numerosas manifestaciones en este sentido por parte de diversos grupos y asociaciones, la Comisión pro Moratoria y Plebiscito Nuclear entregó, el pasado 19 de julio, un escrito pidiendo un debate nacional del programa nuclear. El esc...
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La necesidad de iniciar un debate nuclear que desemboque en un plebiscito popular es una petición que empieza a tomar cuerpo en nuestro país. El ejemplo de otros países y la progresiva sensibilización que se ha producido en la opinión pública han venido a fortalecer la iniciativa que desde hace varios años han mantenido los diferentes grupos ecologistas.Después de numerosas manifestaciones en este sentido por parte de diversos grupos y asociaciones, la Comisión pro Moratoria y Plebiscito Nuclear entregó, el pasado 19 de julio, un escrito pidiendo un debate nacional del programa nuclear. El escrito fue apoyado por los diputados Letamendía, Saenz-Díez y Tamames. Asimismo, en noviembre del pasado año, el Congreso recibió una solicitud, firmada por numerosas personas, en favor de la celebración de un referéndum nuclear.
Desde 1976, las peticiones de moratoria nuclear se han ido sucediendo. En mayo de 1977, el primer manifiesto de la Coordinadora Nuclear Estatal la justificaba en la inseguridad tecnológica de las centrales nucleares. Recientemente, el 25 de enero pasado, el Comité pro Moratoria Nuclear y Plesbiscito Popular estimaba que sería necesario, al menos, un período de dos años de moratoria, con un amplio debate, antes de la celebración de un plebiscito popular.
La oposición nuclear es especialmente intensa allí donde está en funcionamiento o se está construyendo una central nuclear. En mayo de 1975 se realizó la primera manifestación antinuclear en nuestro país, en protesta por la proyectada central de Escatrón. Sin embargo, en ese mismo lugar, el 23 de febrero de 1977, un referéndum local proporcionó un sí masivo a la central.
La principal oposición se ha desarrollado en el País Vasco, en donde, desde el invierno de 1975, las manifestaciones y campañas antinucleares se han sucedido sin interrupción. El 14 de julio de 1977, cerca de 200.000 personas se manifestaron en Bilbao en contra de una costa vasca nuclear, en lo que ha constituido, quizá, la manifestación antinuclear más numerosa que se ha producido en el mundo.