Primer marco autonómico

La Diputación Foral de Navarra, primer marco autonómico del Estado, que tomó posesión el pasado día 19, ha comenzado a trabajar sobre el primer tema complicado que deberá estudiar en los próximos meses: la propuesta sobre atribuciones y funciones que deberá presentar al Parlamento Foral.La primera batalla política que librarán la Diputación y el Parlamento, en donde ningún grupo tiene la mayoría absoluta, será la delimitación de las competencias de cada órgano.

Como primera medida, los diputados forales, en su primera sesión, después de tomar posesión del cargo, acordaron distribuir las...

La Diputación Foral de Navarra, primer marco autonómico del Estado, que tomó posesión el pasado día 19, ha comenzado a trabajar sobre el primer tema complicado que deberá estudiar en los próximos meses: la propuesta sobre atribuciones y funciones que deberá presentar al Parlamento Foral.La primera batalla política que librarán la Diputación y el Parlamento, en donde ningún grupo tiene la mayoría absoluta, será la delimitación de las competencias de cada órgano.

Como primera medida, los diputados forales, en su primera sesión, después de tomar posesión del cargo, acordaron distribuir las carteras entre los miembros de la Corporación, adjudicando Hacienda a Lasunción (UCD), Administración Municipal para Arza (UCD), Agricultura y Ganadería a Sánchez de Muniaín (UCD), Educación y Cultura a Malón (PSOE), Fomento y Ordenación del Territorio para Bueno (Orhy Mendi) y Sanidad a García (Herri Batasuna). Junto a la distribución de funciones, los diputados forales dispondrán de un gabinete técnico compuesto por dos personas y una asignación mensual de 150.000 pesetas.

Por lo que respecta al Parlamento Foral de Navarra, que tomó posesión el pasado lunes, tendrá una importante labor a realizar, ya que se configurará como el órgano legislativo de Navarra, mientras que la Diputación tendrá funciones ejecutivas. Entre otras cuestiones, el Parlamento deberá redactar un proyecto de Constitución interna para Navarra, que podrá ser sometido a referéndum del pueblo navarro, así como solventar el contencioso Navarra- Euskadi.

Por otro lado, el Parlamento y la Diputación recabarán de la Administración central todas aquellas competencias sobre las que Navarra tenga derecho, al amparo de la ley paccionada de 1841.