Conversaciones de japoneses y comunitarios sobre sus intercambios comerciales

El incremento crónico del déficit comercial en los intercambios entre el Mercado Común y Japón (6.400 millones de dólares de déficit para la CEE en 1978) es uno de los capítulos fundamentales que perturban las buenas relaciones entre la CEE y Japón. La gira por varias capitales europeas (Bruselas, Bonn, París y Londres) de Takashi Yasukawa, representante del Gobierno japonés para Asuntos de Política Económica Exterior, no contribuye a disipar la tensión latente entre europeos y japoneses.

Al término de sus entrevistas con Roy Jenkins, presidente de la Comisión Europea, y altos dirigente...

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El incremento crónico del déficit comercial en los intercambios entre el Mercado Común y Japón (6.400 millones de dólares de déficit para la CEE en 1978) es uno de los capítulos fundamentales que perturban las buenas relaciones entre la CEE y Japón. La gira por varias capitales europeas (Bruselas, Bonn, París y Londres) de Takashi Yasukawa, representante del Gobierno japonés para Asuntos de Política Económica Exterior, no contribuye a disipar la tensión latente entre europeos y japoneses.

Al término de sus entrevistas con Roy Jenkins, presidente de la Comisión Europea, y altos dirigentes del organismo comunitario, el señor Yasukawa anunció a la prensa que «Japón necesita una Europa fuerte y próspera». Palabras de alto significado político, pero que poco contribuyen a reequilibrar la balanza comercial de intercambios entre nipones y europeos.Los comunitarios se lamentan de la concentración de exportaciones japonesas hacia Europa en sectores afectados por la crisis en la CEE (automóviles, construcción naval, electrónica) y, por el contrario, de las dificultades que encuentran los exportadores europeos para penetrar en el mercado japonés, especialmente en sectores donde éstos son competitivos, como el químico, cosmético y alimentación. «Admito que nuestras costumbres son distintas de los europeos, pero es inexacto que seamos cerrados a la importación de mercancías extranjeras?, declaró Takashi Yasukawa en Bruselas. Añadió que en 1978 las ventas europeas en Japón aumentaron el 44,8% mientras que las japonesas, en la CEE, progresaron el 27,1%. Cifras que no desmienten, por otra parte, el importante volumen global de déficit comercial contra la CEE.

Los servicios de la Comisión Europea preparan un amplio dossier de quejas, que esperan presentar a las autoridades japonesas en fecha próxima, probablemente antes de la cumbre económica occidental de finales de junio, en Tokio.

En Europa se terne que la ligera depreciación del yen japonés respecto al dólar y a la mayoría de divisas europeas influya a favor de las exportaciones niponas hacia Europa. Bruselas sigue también con interés el movimiento de inversiones japonesas en España, bajo la óptica -confirmada a EL PAIS por miembros de la delegación dirigida por Yasukawa- de una futura adhesión de España al Mercado Común.

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