Política del suelo
Quinto candidato de UCD al Ayuntamiento
Como corolario obligado de una nueva política de plancamiento urbanístico en Madrid que salga al paso de los problemas de congestión, densificación, irracionalidad y abstencionismo público, debe instrumentarse una política de suelo que permita, por una parte, movilizar el suelo con calificación urbanística que lo haga apto para ser urbanizado y edificado evitando la retención del mismo por antisociales razones especulativar o por falta de un control eficaz en la gestión encomendada a los particulares respecto del mismo, llegando a la exprop...
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Quinto candidato de UCD al Ayuntamiento
Como corolario obligado de una nueva política de plancamiento urbanístico en Madrid que salga al paso de los problemas de congestión, densificación, irracionalidad y abstencionismo público, debe instrumentarse una política de suelo que permita, por una parte, movilizar el suelo con calificación urbanística que lo haga apto para ser urbanizado y edificado evitando la retención del mismo por antisociales razones especulativar o por falta de un control eficaz en la gestión encomendada a los particulares respecto del mismo, llegando a la expropiación del mismo o a su enajenación equilibrada del suelo necesario para el desarrollo previsible y controlado de nuestra ciudad.
En los dos casos es rigurosamente necesario que se garantice, marcando para ello plazos inflexibles y condiciones de calidad obligatorias que el suelo que aparezca en el mercado sea un suelo dotado de las infraestructuras necesarias, localizado adecuadamente y con comunicaciones racionales aseguradas y con el equipamiento que demanda nuestra ciudad y que permita una adecuada calidad de vida.
Es misión del Ayuntamiento impulsar no sólo la creación del mismo, dentro de los plazos impuestos y con las calidades exigidas, sino también en la cantidad necesaria para evitar en lo posible la especulación en los precios de venta, en tal forma que la demanda de viviendas no provoque un encarecimiento del mismo.
En congruencia con lo que antes se ha dicho, el Ayuntamiento de Madrid tiene la obligación inexorable de acometer la formación de un patrimonio municipal del suelo cuantitativamente importante formado por los terrenos que se adquieran mediante expropiación forzosa ordinaria o sancionadora, habilitando los recursos necesarios para ello, ya sean de origen municipal o estatal. Se añadirán al mismo patrimonio las parcelas que provengan de las cesiones obligatorias que tengan que hacer los urbanizadores privados por estar destinados a equipamiento o por provenir de las cesiones obligatorias de aprovechamiento urbanístico que impone la legislación actual, o como consecuencia del ejercicio de los nuevos instrumentos de intervención previstos en el proyecto de ley sobre valoración del suelo y medidas para la ejecución del planeamiento urbanístico, actualmente pendiente de aprobación en el Congreso, y cuantos otros instrumentos legales puedan habitarse al efecto.
La creación de las infraestructuras necesarias para un mejor desarrollo de Madrid, la construcción del equipamiento necesario para cubrir los déficit existentes, así como las demandas del nuevo crecirniento y la adopción de una seria política de alojamiento requiere afrontar con audacia una política de suelo que permita garantizar la obtención y disposición del suelo necesario, debidamente preparado y a un precio justo que garantice convertir a Madrid en una ciudad para vivir.