Hoy, vuelta al trabajo en Minas de Figaredo

Hoy volverán a la normalidad laboral los 1.600 trabajadores de Minas de Figaredo, en huelga desde el pasado sábado, en espera de recibir el próximo día 22 una respuesta del Ministerio de Industria favorable a su aspiración de integración en Hunosa.Los trabajadores de Minas de Figaredo fueron el sábado pasado a la huelga al no haber cobrado aún la paga de febrero y parte correspondiente al laudo de ese mismo mes y del de enero. Simultáneamente, dirigentes sindicales de esta explotación y de la minería asturiana se encadenaron en el paseo madrileño de la Castellana (véase EL PAIS de 11-3-79)....

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Hoy volverán a la normalidad laboral los 1.600 trabajadores de Minas de Figaredo, en huelga desde el pasado sábado, en espera de recibir el próximo día 22 una respuesta del Ministerio de Industria favorable a su aspiración de integración en Hunosa.Los trabajadores de Minas de Figaredo fueron el sábado pasado a la huelga al no haber cobrado aún la paga de febrero y parte correspondiente al laudo de ese mismo mes y del de enero. Simultáneamente, dirigentes sindicales de esta explotación y de la minería asturiana se encadenaron en el paseo madrileño de la Castellana (véase EL PAIS de 11-3-79).

Comisiones Obreras se ha pronunciado en contra del supuesto intento de solucionar la crisis de Minas de Figaredo, al borde de la quiebra, mediante la subvención por tonelada de carbón arrancado, alegando que con ello se pretende poner el carbón barato a disposición del potente sector eléctrico. Comisiones Obreras se muestra, por el contrario, partidaria a largo plazo, de la nacionalización de todo el proceso productivo de la energía, y a corto, de la nacionalización progresiva de la minería.

El plan de esta central para Minas de Figaredo se traduciría en una subvención por tonelada equivalente a carbón (TEC), y a deuda de capital, lo que equivaldría a una inversión por parte del Estado aplicada, no en función de las toneladas, sino de sus calorías en térmica, como fórmula, por otra parte, de control sobre los empresarios para evitar su tentación a fomentar una producción indiscriminada.

Esta solución supondría, según CCOO, una nacionalización progresiva de la minería y evitaría lo sucedido con la nacionalización de Hunosa, en la que el Estado pagó cuantiosas sumas de capital por instalaciones caóticas.

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