Próxima "cumbre" del Frente Arabe de Rechazo

El Frente Arabe de Rechazo, constituido en Trípoli en diciembre de 1977 por Argelia, Libia, Siria, Yemen del Sur y la OLP, con el objetivo, de combatir las iniciativas del presidente egipcio Anuar el Sadat, celebrará próximamente otra cumbre ante la inminencia de un acuerdo egipcio- israelí, según ha podido saberse en Argel de fuentes fidedignas. Por su parte, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Sadum Hamadi, ha declarado que su país convocará una reunión extraordinaria de la Liga Arabe en caso de que El Cairo firme un tratado de paz con Tel-Aviv.El Frente de Rechazo, y la Liga Ar...

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El Frente Arabe de Rechazo, constituido en Trípoli en diciembre de 1977 por Argelia, Libia, Siria, Yemen del Sur y la OLP, con el objetivo, de combatir las iniciativas del presidente egipcio Anuar el Sadat, celebrará próximamente otra cumbre ante la inminencia de un acuerdo egipcio- israelí, según ha podido saberse en Argel de fuentes fidedignas. Por su parte, el ministro iraquí de Asuntos Exteriores, Sadum Hamadi, ha declarado que su país convocará una reunión extraordinaria de la Liga Arabe en caso de que El Cairo firme un tratado de paz con Tel-Aviv.El Frente de Rechazo, y la Liga Arabe se disponen a actuar, por separado, para contrarrestar los efectos de una paz entre Egipto e Israel. En noviembre pasado, la cumbre árabe de Bagdad proclamó su determinación a sancionar política y económicamente a El Cairo en caso de que se consumara el citado acuerdo con Israel.

La fracción más dura del mundo árabe integrada en el mencionado Frente de Rechazo adoptó en Damasco el 23 de septiembre de 1978 una serie de decisiones centradas en la ruptura de relaciones políticas y económicas con Egipto y encomendó al presidente sirio, Hafez el Assad, entrar en contacto con la URSS para «restablecer el equilibrio polítíco-militar de la región».

A partir de esa fecha, Irak inició un proceso de fusión con Siria y reforzó su potencial logístico, mientras la OLP entabló negociaciones con Jordania para normalizar sus relaciones.

Las decisiones más inmediatas a que podrían llegar los gobiernos árabes opuestos a las iniciativas de Sadat serían, en una primera fase, transferir a Túnez la sede de la Liga Arabe, que radica actualmente en El Cairo, y concretizar los detalles del fondo de ayuda, evaluado en 3.500 millones de dólares y financiado en su mayor parte por Arabia Saudita, para reforzar el frente sirio y la resistencia palestina.

El mes pasado el Consejo Nacional Palestino rechazó el plan de autonomía para las poblaciones palestinas de Gaza y Cisjordania, integrado en los acuerdos de Camp David y uno de los temas de las conversaciones que mantendrá esta semana el presidente Carter con los dirigentes de Egipto e Israel.

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