Francia y Argentina vivieron situaciones de huelga

La problemática suscitada en torno a las justas reivindicaciones planteadas por los futbolistas deja al descubierto las lagunas que éstos tienen en su reglamentación. A la espera de que se dicte la ordenanza laboral, que delimitará derechos y deberes, el actual sistema deportivo -el laboral apenas ha existido- español aparece desfasado en los puntos esenciales en relación con el de otros países.En Francia los jugadores están obligados a respetar por dos años mínimos el poder de retención de que dispone el club. Los profesionales del fútbol francés, agrupados en su asociación, pueden declararse...

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La problemática suscitada en torno a las justas reivindicaciones planteadas por los futbolistas deja al descubierto las lagunas que éstos tienen en su reglamentación. A la espera de que se dicte la ordenanza laboral, que delimitará derechos y deberes, el actual sistema deportivo -el laboral apenas ha existido- español aparece desfasado en los puntos esenciales en relación con el de otros países.En Francia los jugadores están obligados a respetar por dos años mínimos el poder de retención de que dispone el club. Los profesionales del fútbol francés, agrupados en su asociación, pueden declararse en huelga libremente, por cualquier motivo profesional, cumpliendo los requisitos establecidos. La última huelga de futbolistas franceses data de diciembre de 972, en la que tras quejarse de alunas infracciones de los contratos laborales -en España se han producido abundantemente- los futbolistas obtuvieron satisfacción ras suspenderse los encuentros una jornada.

En ltalia, el Parlamento italiano debatirá próximamente un proyecto de ley que regulará las relaciones entre los jugadores y los clubs, cuyos contratos tendrán una duración máxima de cinco años. Se acaba así con el vincolo, o propiedad permanente del futbolista por arte del club, al que está sometido la posibilidad de una acción jurídica. En Argentina ya ha habido tres huelgas, las dos últimas en 972 y 1975. En la actualidad los futbolistas son reconocidos como trabajadores por las autoridades y e benefician de asistencia social y e pensiones. La prórroga del contrato sólo es válida por dos años y con aumento del 15%. En Bélgica los jugadores tienen seguridad social. Si un jugador no renueva contrato y no hay un comprador, el club primitivo paga al futbolista el 8% de la cifra fijada para traspasarle (con un mínimo de 800.000 pesetas) y sigue con sus servicios.

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