Persecución homosexual

Leo en un artículo aparecido en EL PAIS el 14 de febrero la denegación por parte del Ministerio del Interior de la legalización como asociación del Frente de Liberación Gay de Cataluña.Que a estas alturas de desarrollo alcanzado por la sociedad actual se siga considerando a la homosexualidad «un problema social y Jurídico», que tanto gobernantes, legisladores como la propia Iglesia adopten una postura de intransigencia frente a lo que es una libertad individual, que ni siquiera se les reconozca y legalice como asociación es ciertamente una muestra de la cantidad de trabas y prejuicios que nos ...

Leo en un artículo aparecido en EL PAIS el 14 de febrero la denegación por parte del Ministerio del Interior de la legalización como asociación del Frente de Liberación Gay de Cataluña.Que a estas alturas de desarrollo alcanzado por la sociedad actual se siga considerando a la homosexualidad «un problema social y Jurídico», que tanto gobernantes, legisladores como la propia Iglesia adopten una postura de intransigencia frente a lo que es una libertad individual, que ni siquiera se les reconozca y legalice como asociación es ciertamente una muestra de la cantidad de trabas y prejuicios que nos faltan aún por superar si queremos alcanzar un verdadero estado democrático.

Me pregunto qué motivos habrán llevado a los miembros del Ministerio del Interior a no legalizar esta asociación. ¿Acaso el homosexual constituye un peligro social? ¿Se puede aún considerar un atentado contra «las buenas costumbres» que existan homosexuales? Contra las buenas costumbres de quién?

Agradecería que todo aquel que leyese esta carta, y todavía se escandalice ante alguien solamente por su condición de homosexual, se pregunte si tenemos derecho las personas «normales» a entrar en la esfera de la vida privada de unos hombres que lo único que desean es vivir su homosexualidad libremente.