La invasión de Vietnam por China

La otra invasión china

En las primeras horas del día 19 de noviembre de 1962, los estadistas del mundo suspendieron la respiración: 20.000 soldados chinos iniciaban la invasión de la India.La mayoría de las opiniones coincidieron al decir que Mao había emprendido una guerra de conquista. Los 20.000 hombres franquearon la frontera de Se-la sin ninguna dificultad y empujaron a las escasas tropas hindúes, que habían tomado posiciones en el desfiladero de Assam, hacia el interior.

Con estos choques favorables a los chinos quedó abierto el camino hasta la frontera natural del río Bramaputra. Tras dieciocho días de...

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En las primeras horas del día 19 de noviembre de 1962, los estadistas del mundo suspendieron la respiración: 20.000 soldados chinos iniciaban la invasión de la India.La mayoría de las opiniones coincidieron al decir que Mao había emprendido una guerra de conquista. Los 20.000 hombres franquearon la frontera de Se-la sin ninguna dificultad y empujaron a las escasas tropas hindúes, que habían tomado posiciones en el desfiladero de Assam, hacia el interior.

Con estos choques favorables a los chinos quedó abierto el camino hasta la frontera natural del río Bramaputra. Tras dieciocho días de paseo militar chino, el 7 de diciembre, radio Pekín anunció que las fuerzas del Ejército de Liberación Popular (ELP) de China se retiraban a sus fronteras (veinte kilómetros tras la línea divisoria establecida por la guerra).

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Lo que el propio Mao calificó como «una maniobra táctica» había culminado. Los dirigentes de Pekín habían retado a la Unión Soviética, por entonces en excelentes relaciones con el Gobierno Nehru.

Las informaciones oficiales chinas se refirieron a la operación como una «guerra de liberación» del territorio chino de Sinjiang (Sinkiang). En el fondo estaba el apoyo a un grupo comunista afin a las ideas de Mao, que había conseguido alguna posición de ventaja política obligando a Neliru a incluir en su Gobierno a uno de sus miembros. Asimismo, Mao ponía a prueba la capacidad operativa de sus fuerzas para lograr una rápida retirada en caso de que hubiera el peligro de una escalada e internacionalización del conflicto. Era, en fin, un reto a la URSS, que devolvería el golpe un año después en las fronteras del Amur y el Usuri, causando graves pérdidas a las posiciones chinas, mal equipadas militarmente.

Era la segunda ocasión en que tropas chinas hacían incursión en territorio extranjero, como antes sucedió en Corea, al mando de Lin Biao (Lin Piao), la acción del ELP acabó con la retirada.

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