Renato Curcio, condenado a doce años de cárcel
Renato Curcio, 38 años, licenciado en Sociología, considerado jefe supremo de la organización armada ultraizquierdista Brigadas Rojas, fue condenado ayer a doce años de cárcel.
El mismo tribunal milanés ha condenado a Nadia Mantovani a dos años y medio de prisión, por tenencia ilícita de armas.
El resto de las condenas fueron: cuatro años de cárcel a Angelo Basone, tres años a Giuliano Isa y dos años y medio a Vicenzo Guagliaro; todos ellos presuntos miembros de las Brigadas Rojas, acusados de tenencia ilícita de armas.
La condena que le ha sido ampliada a Renato Curci...
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Renato Curcio, 38 años, licenciado en Sociología, considerado jefe supremo de la organización armada ultraizquierdista Brigadas Rojas, fue condenado ayer a doce años de cárcel.
El mismo tribunal milanés ha condenado a Nadia Mantovani a dos años y medio de prisión, por tenencia ilícita de armas.
El resto de las condenas fueron: cuatro años de cárcel a Angelo Basone, tres años a Giuliano Isa y dos años y medio a Vicenzo Guagliaro; todos ellos presuntos miembros de las Brigadas Rojas, acusados de tenencia ilícita de armas.
La condena que le ha sido ampliada a Renato Curcio data de junio de 1977 y fue dictada por un tribunal milanés. A pesar de ser éste el primer proceso contra el fundador de las Brigadas Rojas, obtuvo mucha más resonancia el que se celebró casi un año más tarde en Turín. En esta ocasión fueron 45 los brigadistas que se sentaron en el banquillo el 9 de marzo de 1978. El 23 de junio el juez condenaba a veintinueve de ellos a un total de 210 años de cárcel, de los cuales correspondían quince a Renato Curcio. En el transcurso de las 54 audiencias fue secuestrado y asesinado Aldo Moro, cuya vida dependió precisamente de la libertad de los juzgados en Turín. La notoriedad de este proceso a la plana mayor de las Brigadas Rojas vino dada también por los dos intentos fallidos de celebrarlo, en 1976 y en 1977. Otra condena reciente de un año de prisión y múltiples procesos pendientes de sentencia pesan sobre Renato Curcio, detenido el 18 de enero de 1976 en Milán, que ha definido así la estrategia de guerrilla urbana de las Brigadas Rojas: «La ciudad es el corazón del sistema capitalista, pero también su parte más débil. Ataquemos el corazón.»