EEUU prepara la concesión a China de nación favorecida

Mientras Teng Hsiao-ping continúa su «gira de seducción» por Estados Unidos, y se fascina ante las maravillas de la tecnología espacial norteamericana, se anuncian en el Congreso las primeras acciones destinadas a modificar la actual legislación y facilitar el comercio con la República Popular de China.Adlai Stevenson, senador demócrata por Illinois, presentará mañana, lunes, un proyecto de modificación de la llamada enmienda Jackson-Vanik, que en la actualidad impide la concesión del trato de «nación más favorecida» a varios países comunistas. Esta enmienda, aprobada en 1974, prohibe la exten...

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Mientras Teng Hsiao-ping continúa su «gira de seducción» por Estados Unidos, y se fascina ante las maravillas de la tecnología espacial norteamericana, se anuncian en el Congreso las primeras acciones destinadas a modificar la actual legislación y facilitar el comercio con la República Popular de China.Adlai Stevenson, senador demócrata por Illinois, presentará mañana, lunes, un proyecto de modificación de la llamada enmienda Jackson-Vanik, que en la actualidad impide la concesión del trato de «nación más favorecida» a varios países comunistas. Esta enmienda, aprobada en 1974, prohibe la extensión de ventajas comerciales a regímenes comunistas que impongan limitaciones a la libre emigración de sus nacionales y ha afectado, sobre todo, a la Unión Soviética.

La propuesta de Stevenson, de ser aceptada por sus colegas del Senado, dejaría en libertad al presidente para conceder la cláusula de nación más favorecida y facilitar los intercambios comerciales con países comunistas. Aunque la propuesta está claramente dirigida a conceder a China Popular el trato de nación más favorecida, habría que otorgárselo también a la URSS, para evitar un roce en las relaciones entre Washington y Moscú.

Los chinos alegan que su Gobierno no prohibe la emigración de sus ciudadanos, por lo que no les afecta la enmienda Jackson-Vanik Pero la política de equilibrio que quiere mantener la Administración Carter frente a la URSS y China Popular obligaría a la modificación de la enmienda y a futura concesión del trato de na ción más favorecida a ambos países comunistas.

Con vistas a ese futuro comercio, el viceprimer ministro chino visilló ayer la empresa Hughes Tool Company, en Texas, una de las más avanzadas en la producción de equipos de sondeo y extracción de petróleo. Al parecer, Teng Hsiao-ping mantuvo una serie de entrevistas secretas con altos ejecutivos de compañías petrolíferas norteamericanas, interesados en las reservas chinas de crudos.

Durante su primer día de estancia en Houston, el líder chino visitó el centro espacial de la NASA, presenció un rodeo y cenó carne a la barbacoa, en el mejor estilo del Oeste americano. Acompañado por un astronauta, Teng subió a bordo de un simulador de vuelo espacial, desde el que pudo ver la curvatura de la Tierra y realizó un «aterrizaje» en el desierto de Mohave.

Teng, que eludió cualquier referencia al «hegemonismo» durante esta etapa de su viaje, pareció disfrutar enormemente en su visita al centro espacial, subió a bordo del skylab y se interesó por córno y dónde hacían los astronautas sus necesidades fisiológicas.

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La fascinación de Teng Hsiao-ping ante los ingenios espaciales contrastó con el hecho de que, hace diez años, cuando los norteamericanos llegaron por vez primera a la luna, la noticia fuera silenciada por los medios de comunicación chinos. Teng estaba entonces apartado del aparato del poder.

Después de «volar» en el simulador de la NASA, Teng tuvo ocasión de montar en una diligencia, calarse un sombrero stetson, típico de los cow boys norteamericanos, y presenciar un rodeo en las afueras de Houston. La delegación china, vestida con guerreras tipo Mao y con sombreros de vaquero, ofrecía un espectáculo realmente pintoresco.

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