El sha suspende indefinidamente su viaje a Estados Unidos

El sha de Irán ha suspendido indefinidamente su proyectado viaje a Estados Unidos, decisión que fue recibida con un suspiro de alivio, entre bastidores, por la Administracíón Carter. Tras su estancia en Marruecos, el monarca persa regresará muy probablemente a Egipto.El embajador iraní en Washington, Ardeshir Zahedi, declaró ayer que él había aconsejado al sha, en una conversación telefónica celebrada el pasado domingo. que aplazara por tiempo indefinido su visita a Norteamérica. Zahedi dijo estar convencido de que el Gobierno de Estados Unidos no quiere al soberano iraní en su territorio.
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El sha de Irán ha suspendido indefinidamente su proyectado viaje a Estados Unidos, decisión que fue recibida con un suspiro de alivio, entre bastidores, por la Administracíón Carter. Tras su estancia en Marruecos, el monarca persa regresará muy probablemente a Egipto.El embajador iraní en Washington, Ardeshir Zahedi, declaró ayer que él había aconsejado al sha, en una conversación telefónica celebrada el pasado domingo. que aplazara por tiempo indefinido su visita a Norteamérica. Zahedi dijo estar convencido de que el Gobierno de Estados Unidos no quiere al soberano iraní en su territorio.

Además, el embajador y estrechó colaborador del sha piensa que la llegada de su monarca a Estados Unidos tendría el significado de una «abdicación política» y que la hipotética Vuelta a Irán del sha Reza Pahlevi sería mucho más difícil después de una estancia en Norteamérica. Aunque Zahedí no lo mencionó, es evidente el recuerdo del otro exilio del sha y el golpe de Estado de 1953, preparado por la CIA.

Según otras informaciones, el sha está muy molesto con la Administración que preside Jimmy Carter, porque piensa que no se le ha prestado el apoyo necesario y cree que Washington está dispuesto a negociar con su principal enemigo, el ayatollah Jomeini. La irritación del monarca persa con sus antiguos aliados y valedores habría influido también en la suspensión de la visita.

En Washington, pese al silencio oficial sobre las vacaciones del sha y pese a los anuncios de que si visitara Estados Unidos sería recibido como un jefe de Estado en visita privada, la suspensión del viaje supone un evidente alivio. La Administración Carter sólo obtendría problemas y dificultades con tan molesto huésped.

Tras permanecer algunos días más en Marruecos -donde tampoco causó excesivo entusiasmo su visita- el sha Reza Pahlevi regresará a Egipto, según todos los indicios. Allí residirá en el palacio de Tahra que un día ocupara la reina Farira y se someterá a un chequeo.