Fracasa un atentado contra un magistrado en San Sebastián

El magistrado de Trabajo Vicente Goñi Larumbe consiguió advertir a tiempo, ayer por la tarde, que su automóvil, aparcado en una céntrica calle de San Sebastián, tenía acoplado un sofisticado artefacto compuesto por más de dos kilos de goma-2, preparado para hacer explosión cuando el tubo de escape alcanzase la temperatura de treinta grados.

El magistrado, amenazado de muerte hace años mediante llamadas telefónicas, recurrió a un agente municipal que se encontraba en las inmediaciones y éste le aconsejó dirigirse directamente y con celeridad a la comisaría de policía de la ciudad. Pocos ...

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El magistrado de Trabajo Vicente Goñi Larumbe consiguió advertir a tiempo, ayer por la tarde, que su automóvil, aparcado en una céntrica calle de San Sebastián, tenía acoplado un sofisticado artefacto compuesto por más de dos kilos de goma-2, preparado para hacer explosión cuando el tubo de escape alcanzase la temperatura de treinta grados.

El magistrado, amenazado de muerte hace años mediante llamadas telefónicas, recurrió a un agente municipal que se encontraba en las inmediaciones y éste le aconsejó dirigirse directamente y con celeridad a la comisaría de policía de la ciudad. Pocos minutos después, un gran número de policías armados acordonaban la zona, y un equipo de desactivación de explosivos se desplazaba al paseo de Argentina, frente al hotel María Cristina, lugar en el que se encontraba situado el vehículo.En un primer momento los especialistas, tras comprobar que el artefacto se encontraba adosado a la caja de cambios y conectado con unos cables al tubo de esca pe, consideraron la posibilidad de trasladar el automóvil a un descampado para proceder a la explosión. Más tarde, sin embargo, optaron por proceder a su desactivación in situ, operación que dio sus resultados satisfactonos a las cuatro y media de la tarde.

Vicente Goñi Larumbe, natural de Tafalla, era conocido en algunos medios de la capital donostiarra como una persona afin ideológicamente a los movimientos ultraderechistas. Durante los primeros años de la presente década ejerció en San Sebastián el cargo de fiscal de la Audiencia Provincial para pasar más tarde a la Magistratura de Trabajo. Tras las amenazas se retiró a Teruel, donde ejerce su profesión, aunque viaja constantemente a la capital guipuzcoana y a la navarra, en las que ocupa también los puestos de magistrado en comisión de servicio.

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