Un disminuido fisico, herido grave por la policia

Tres de las seis manifestaciones antinucleares celebradas el domingo en Euskadi, prohibidas previamente, fueron reprimidas contúndentemente por fuerzas de la Policía Armada y la Guardia Civil. Los hechos más graves se produjeron en la capital donostiarra cuando un joven, Jaime Chivite, fue alcanzado por seis policías armados que golpearon al ciudadano repetidamente con sus porras y las culatas de sus armas en la cabeza hasta dejarlo malherido y abandonado.Esta información, confirmada plenamente a EL PAÍS, no fue desmentida por el gobernador civil.

Jaime Chivite, de veinticuatro años, hi...

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Tres de las seis manifestaciones antinucleares celebradas el domingo en Euskadi, prohibidas previamente, fueron reprimidas contúndentemente por fuerzas de la Policía Armada y la Guardia Civil. Los hechos más graves se produjeron en la capital donostiarra cuando un joven, Jaime Chivite, fue alcanzado por seis policías armados que golpearon al ciudadano repetidamente con sus porras y las culatas de sus armas en la cabeza hasta dejarlo malherido y abandonado.Esta información, confirmada plenamente a EL PAÍS, no fue desmentida por el gobernador civil.

Jaime Chivite, de veinticuatro años, hijo de un teniente coronel del Ejército, se dirigía a misa a la catedral del Buen Pastor cuando fue sorprendido en su camino por los manifestantes -alrededor de 1.500 que corrían huyendo de la policía. El joven, que se encuentra disminuido físicamente, al no poder correr normalmente, optó por introducirse en el portal número 11 de la calle Loyola y subir hasta el último piso. Un grupo de seis policías lo siguió y sin ningún tipo de preámbulo lo golpearon en todo el cuerpo y en especial en la cabeza. Las heridas que presenta revisten una especial preocupación, ya que gran parte de las contusiones le han sido producidas en el lugar en que hace años fue operado de un tumor. «Durante la agresión -informó el familiar del herido-perdió la peluca que le cubre las cicatrices de la operación», y nos consta con su testimonio que en ese momento la policía se ensañó aún más, dirigiendo sus golpes hacia la parte en que presentaba las repercusiones de la operación.»

El herido fue trasladado a la casa de socorro, donde le mandaron a la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, en la que permaneció. Por otra parte, en la capital navarra la policía disolvió una marcha integrada por mil personas, según informa nuestro corresponsal Fermín Goñi.

Las únicas manifestaciones que discurrieron con tranquilidad y en las que en ningún momento hizo acto de presencia la policía fueron las de Zarauz (mil personas), Elbar (quinientas personas) y Elgóibar (varios cientos).

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