Cartas al director

Niños autistas

Soy padre de familia de tres niños de siete, seis y cuatro años, respectivamente.El de seis años es un niño autista. El doctor Mezquita Vaquero, de Madrid, diagnosticó: síndrome autista y que tratado en un centro de educación especial podría corregirse este problema del niño, caracterizado por un desconocimiento de su identidad, no hablar y tener trastornos en su conducta.

Pertenezco a la Asociación de Padres de Niños Autistas. Esta asociación está preparando su propio centro en Madrid y cuando estuviese en funcionamiento tendrían cabida en el mismo los niños de la provincia de Madrid....

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Soy padre de familia de tres niños de siete, seis y cuatro años, respectivamente.El de seis años es un niño autista. El doctor Mezquita Vaquero, de Madrid, diagnosticó: síndrome autista y que tratado en un centro de educación especial podría corregirse este problema del niño, caracterizado por un desconocimiento de su identidad, no hablar y tener trastornos en su conducta.

Pertenezco a la Asociación de Padres de Niños Autistas. Esta asociación está preparando su propio centro en Madrid y cuando estuviese en funcionamiento tendrían cabida en el mismo los niños de la provincia de Madrid.

Entonces me puse en contacto telefónico con un centro que hay en Villafamés (Castellón) y que, sintiéndolo mucho, no tenían plazas, que si quería llevar al niño, lo verían, pero nada más.

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Otro centro en Caldelas de Tuy, El Pelouro, me vio al niño y se quedaron con él un día completo y confirmaron el díagnóstico del doctor Mezquita y que se podría trabajar perfectamente con el niño; pero que me marchara a mi casa y que a mediados de diciembre llamara por teléfono, que ya me dirían cuándo llevaría al niño para dejarlo en régimen de internado. (Como funcionario de Correos pertenezco a MUFACE y están esperando presupuesto del centro que por asistencia social cubrirían gastos.)

Pero mi gran sorpresa se produce cuando la dirección del centro El Pelouro me dice que no puedo llevar a mi hijo, puesto que el edificio donde están, muy antiguo, se ha venido prácticamente abajo y no hay nada que hacer hasta que no reciban las oportunas ayudas gubernativas, que sí las tienen prometidas, pero que de momento están estancadas en lo que respecta a las obras del centro.

Yo, personalmente, no pido ni denuncio por mi hijo, sólo porque pienso que habrá muchísimos casos recuperables como él y mayores todavía, con los cuales se está perdiendo un tiempo precioso, que es irrecuperable. Pues lo que más me descorazona es que los directores de El Pelouro me dijeron que se tenía que haber empezado a trabajar con el niño teniendo seis años, cuánto más el tiempo que se ha perdido con niños de estas características y que tienen hasta doce y trece años y que tengo noticias de ellos.

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