Tribuna:

Norma anticonstitucional

El deporte español ha vivido tradicionalmente al margen de la ley. Desde la ex Delegación Nacional de Deportes se han consentido aberraciones jurídicas, tales como impedir a un español el cambio de domicilio de La Coruña a Palma de Mallorca para jugar al fútbol, que era entonces su profesión. El deporte español ha tenido en sus reglamentos atropellos a los derechos de los ciudadanos, como el de impedir que los futbolistas acudieran a los tribunales ordinarios. El deporte español, que dependía de la Secretaría General del Movimiento, vulneraba las propias Leyes Fundamentales del período franqui...

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El deporte español ha vivido tradicionalmente al margen de la ley. Desde la ex Delegación Nacional de Deportes se han consentido aberraciones jurídicas, tales como impedir a un español el cambio de domicilio de La Coruña a Palma de Mallorca para jugar al fútbol, que era entonces su profesión. El deporte español ha tenido en sus reglamentos atropellos a los derechos de los ciudadanos, como el de impedir que los futbolistas acudieran a los tribunales ordinarios. El deporte español, que dependía de la Secretaría General del Movimiento, vulneraba las propias Leyes Fundamentales del período franquista. El deporte español, por medio de unas normas que acaba de dictar el Consejo Superior de Deportes, quiere vulnerar la Constitución que entró en vigor ayer.El Consejo de Deportes, con el pretexto de potenciar la selección nacional que dentro de cuatro años habrá de disputar el campeonato del mundo, quiere establecer una normativa tan restrictiva respecto a la política seguida hasta el momento que no sólo es perjudicial para la economía de los clubs, sino que, además, vulnera el artículo 35 de la Constitución, que garantiza el derecho al trabajo de todos los españoles.

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El Consejo de Deportes, al pretender implantar a bote pronto una disposición deportiva poco meditada y confusa al máximo, no respeta derechos adquiridos por sociedades e individuos, modifica las condiciones de contratos firmados hace años -retroactividad jurídicamente indefendible-, no respeta convenios internacionales de trabajo firmados por España con otros países, establece unas normas contrarias a la libre circulación de trabajadores de los países de la Comunidad Europea en la que se desea ingresar y, fundamentalmente, aunque de una manera indirecta, fomenta el despido o lleva al paro forzoso o a la emigración a determinados ciudadanos españoles.

Para el Consejo Superior de Deportes un español que haya sido internacional con una selección futbolística extranjera es un ciudadano que carece de derechos para ejercer su profesión en España. El Consejo de Deportes con su norma puede impedir que los hijos de quienes se han visto forzados a la emigracion puedan regresar a su país de origen para trabajar como futbolistas.

La ordenanza laboral que regule el mundo del fútbol es más urgente que nunca. El deporte no puede seguir por más tiempo a espaldas de la realidad del país. Es más que una ironía el hecho de que señores que presidieron mesas electorales el 15 de, junio de 1977 o ejercieron su derecho al voto sean, para el Consejo de Deportes, extranjeros incapacitados legalmente para trabajar.

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