Treinta muertos en Irán en el sexto día consecutivo de manifestaciones

Alrededor de treinta personas resultaron muertas ayer en Teherán y otras ciudades iraníes durante el sexto día consecutivo de manifestaciones y huelgas generalizadas contra el régimen del sha Reza Palhevi. El ayatollah Jomeini, máximo líder de la oposición religiosa al monarca, proclamó ayer, desde su exilio de París, un día de «luto nacional», que deberá cumplirse mañana en todo el país.

El Gobierno iraní anunció ayer, a su vez, que el suministro de petróleo sólo estará asegurado para los próximos siete días. En su llamamiento, Jomeini dijo que todos sus seguidores chiitas, especialmen...

Alrededor de treinta personas resultaron muertas ayer en Teherán y otras ciudades iraníes durante el sexto día consecutivo de manifestaciones y huelgas generalizadas contra el régimen del sha Reza Palhevi. El ayatollah Jomeini, máximo líder de la oposición religiosa al monarca, proclamó ayer, desde su exilio de París, un día de «luto nacional», que deberá cumplirse mañana en todo el país.

El Gobierno iraní anunció ayer, a su vez, que el suministro de petróleo sólo estará asegurado para los próximos siete días. En su llamamiento, Jomeini dijo que todos sus seguidores chiitas, especialmente los obreros de las explotaciones petrolíferas, deben suspender totalmente el trabajo mañana y concentrarse en las calles, para conmemorar así el primer aniversario de lo que calificó de primer levantamiento popular contra el sha.Ayer, en la localidad noroccidental de Qazvin, murieron tres personas y dos fueron gravemente heridas en el curso de varias refriegas con el Ejército. En la ciudad de Awaz, en el Sur, los soldados mataron a cuatro sindicalistas y médicos en el interior de un hospital, y en Chiraz, a dos manifestantes.

Un médico de Awaz informó que aparte de las muertes registradas en el hospital, entre treinta y cuarenta personas fueron abatidas en diversos choques con la policía militar. La noticia ha sido posteriormente confirmada en medios oficiales de la ciudad, pero el Gobierno de Teherán aún no ha dado cuenta del hecho.

Los enfrentamientos callejeros cobraron también una especial virulencia en el popular bazar de Teherán, donde la mayor parte de los comercios cerraron sus puertas en apoyo de las manifestaciones de protesta. Un diplomático británico indicó anoche que cerca de la embajada de su país se produjeron «tremendas descargas de armas de fuego». Los marines que custodian la embajada norteamericana informaron también sobre numerosas manifestaciones en los alrededores, aunque ayer el edificio de la representación diplomática no fue atacado. En otras ciudades, como Brujerd, las tiendas de comestibles fueron asaltadas.

La decisión del Gobierno de racionar la gasolina fue calificada ayer por el Frente Nacional (principal grupo de oposición laica) de «intento de agravar deliberadamente la situación».

«Los trabajadores del sur del país -dijo un portavoz del Frente- se han comprometido a seguir produciendo petróleo suficiente para cubrir las necesidades del pueblo. Actualmente hay almacenado en la zona petrolífera carburante suficiente para aprovisionar el mercado nacional durante tres meses. Pero las tropas -añadió el Frente- están retrasando su distribución para intensificar así el pánico y enemistar a la población con los huelguistas.

Las autoridades anunciaron ayer que dieciocho estaciones de servicio de Teherán se vieron ya obligadas a cerrar al agotarse sus existencias de combustible. Los camiones del servicio de recogida de basuras han dejado de circular por falta de gasolina.

El caos general del país se está haciendo sentir en forma especial en las cárceles. Ayer, el Gobierno puso en libertad a veintidós presos políticos, tras el motín que estalló el martes en la cárcel de Machad, donde unos 2.000 presos mantienen como rehenes a una docena de policías.