Sevilla: millones para los vecinos del pasaje de Amores

El tópico de los premios de lotería «bien repartidos» se convirtió en realidad este año, al haber sido agraciados con el gordo navideño numerosos sevillanos modestos. A excepción de dos décimos del 15.640 vendidos a unos ilocalizables señores Peña y Ramirez, que siempre juegan al mismo número, el resto de la serie que los hermanos Sánchez Parejo vendieron en la administración número 8 de la ciudad fueron a parar a humildes clientes del mercado de la calle Feria.Allí los llevó Manuel Estou, un hombre cincuentón y enfermo, que medio se gana la vida con su tenderete de lotería y...

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El tópico de los premios de lotería «bien repartidos» se convirtió en realidad este año, al haber sido agraciados con el gordo navideño numerosos sevillanos modestos. A excepción de dos décimos del 15.640 vendidos a unos ilocalizables señores Peña y Ramirez, que siempre juegan al mismo número, el resto de la serie que los hermanos Sánchez Parejo vendieron en la administración número 8 de la ciudad fueron a parar a humildes clientes del mercado de la calle Feria.Allí los llevó Manuel Estou, un hombre cincuentón y enfermo, que medio se gana la vida con su tenderete de lotería y tebeos. «Se emocionó tanto que tuvo que marcharse enseguida», comentaba a media mañana una vendedora de la calle Amargura que no había metido ni un duro. Y es que a Estou le ha correspondido un millón en el sorteo.

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Esa es la cantidad que se embolsará también Carmen Caliani, soltera, hija de «Marta la Saetera», la que canta cada año a la salida de La Macarena. «Este año nos ha tocado a todos los pobres», es lo que repite después de que le aseguramos una vez más que es el 15.640 el que ha salido premiado. Carmen va a aliviar la situación de su hermana, que se ha comprado un piso y también hará un regalo a su otro hermano, de profesión latero.

De la modestia de estos habitantes del Pasaje de Amores, que ayer estaba lleno de risas, abrazos y flases puede dar idea el hecho de que muchos de ellos compraron participaciones de veinticinco y hasta de 12.50 pesetas. Este último es el caso de Carmen de los Santos o de Ascensión Torregrosa, que aún no sabe en qué va a emplear el dinero. «Eso, pregúntele a mi marido», le dijo a los periodistas.

María del Car, en Prieto, viuda y con dos hijos pequeños, se gastará su medio millón en pagar a todos los diteros. Manuela Jurado, de 82 años, que está sola en el mundo, dedicará su cuarto de millón, según sus palabras, a hacer un panteón en el cementerio para ella y su marido, muerto hace dos años. «¿Usted cree que me alcanzará?»

Se da la circunstancia de que esta administración número 8 regentada por José Adela Sánchez Parejo ya «dio» el primer premio en el sorteo de 1962.

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