El invierno caliente

«Antes que en el Parlamento, el final de la política del «consenso» comienza a notarse en la calle. En cierto modo esto es natural, porque al margen de los acuerdos de principio para la redacción de la Constitución, tal "consenso" se materializó en los pactos de la, Moncloa, que han dejado durante un año en suspenso la problemática laboral del país. Ahora, con el final de dichos pactos, la caja de los conflictos se ha abierto y éstos han saltado a la calle. Estamos en el umbral de un período caliente en el mundo laboral y empresarial. No podía ser de otra manera.En términos globales la cuestió...

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«Antes que en el Parlamento, el final de la política del «consenso» comienza a notarse en la calle. En cierto modo esto es natural, porque al margen de los acuerdos de principio para la redacción de la Constitución, tal "consenso" se materializó en los pactos de la, Moncloa, que han dejado durante un año en suspenso la problemática laboral del país. Ahora, con el final de dichos pactos, la caja de los conflictos se ha abierto y éstos han saltado a la calle. Estamos en el umbral de un período caliente en el mundo laboral y empresarial. No podía ser de otra manera.En términos globales la cuestión se plantea así: De aquí a finales de enero habrán caducado alrededor de 1.500 convenios colectivos, que afectan a unos cuatro millones de trabajadores. La expectativa es, por tanto, numéricamente amplia y permite, ya sin los frenos de los pactos, la salida a la luz de numerosas situaciones conflictuales latentes y hasta enconadas.

De ahí que no deba alarmarse nadie ante la actual oleada de huelgas, que era presumible. Hostelería, Correos, Administración, Televisión, controladores, transportes y algunos sectores de artes gráficas, ya han puesto en el candelero la evidencia de que se ha acabado la época un tanto irreal y versallesca derivada del período constituyente. Entra en la lógica de una situación de deterioro económico como la que vivimos que éste tenga una traducción laboral conflictiva. Lo anormal sería lo contrario (...)

En este panorama nos extraña que todavía se encuentren hibernadas la ley de Relaciones Laborales,y la ley de Convenios Colectivos, lo que priva a las partes contendientes de un marco legal preciso en el que dirimir los conflictos pendientes (...)

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, 19 diciembre

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