Cartas al director

Titán, Júpiter y Saturno

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En el número de EL PAIS (del 8-XII-1978), en su página 28, y en el artículo de Alfonso García Pérez «Otro planeta va a ser conocido» existe un error de verdadero bulto, ya que el autor se ha confundido de planeta, al citar al satélite Titán; no es satélite del «inmenso Júpiter», como se dice, sino del también inmenso -pero algo menos- Saturno.Por otra parte, el tamaño de Tirán, aun siendo grande, no es para asombrar, dado el planeta al que pertenece. Júpiter, por otro lado, tiene un satélite aún mayor -Ganymedes-, cuyo tamaño es intermedio entre Mercurio y Marte; y otro más de sus cator...

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En el número de EL PAIS (del 8-XII-1978), en su página 28, y en el artículo de Alfonso García Pérez «Otro planeta va a ser conocido» existe un error de verdadero bulto, ya que el autor se ha confundido de planeta, al citar al satélite Titán; no es satélite del «inmenso Júpiter», como se dice, sino del también inmenso -pero algo menos- Saturno.Por otra parte, el tamaño de Tirán, aun siendo grande, no es para asombrar, dado el planeta al que pertenece. Júpiter, por otro lado, tiene un satélite aún mayor -Ganymedes-, cuyo tamaño es intermedio entre Mercurio y Marte; y otro más de sus catorce satélites conocidos -Calisto- es casi tan grande como Mercurio.

El tamaño verdaderamente asombroso es el de nuestra Luna, cuyo diámetro es superior a una cuarta parte del diámetro del planeta Tierra; esto hace que casi puede hablarse de un sistema binario, cosa que no ocurre con ninguno de los otros satélites del sistema solar.

Volviendo a Titán, todavía no está bien aclarada la composición de su atmósfera, y dadas las temperaturas que parece existirían en su superficie -del orden de 120 grados bajo cero- parece que la existencia allí de vida es tan improbable como en Venus, al menos si se trata del concepto de «vida» que nosotros tenemos.

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