"Tanto las empresas públicas como el gasto público tienen problemas de productividad y racionalidad"

No puede decirse que el sector público ni el gasto público español sean excesivos. Sí puede y debe decirse, en cambio, que tienen planteados unos problemas serios de productividad, de racionalidad, de prioridades, en definitiva, de coherencia y de eficacia. La pregunta no es tanto cómo se reduce el tamaño del sector público, sino cómo se hace más eficaz. En estos términos se expresó ayer el ministro de Hacienda, Fernández Ordóñez, en el acto de clausura del seminario internacional sobre «el sector público en una economía de mercado».

El señor Fernández Ordóñez señaló que el sector públi...

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No puede decirse que el sector público ni el gasto público español sean excesivos. Sí puede y debe decirse, en cambio, que tienen planteados unos problemas serios de productividad, de racionalidad, de prioridades, en definitiva, de coherencia y de eficacia. La pregunta no es tanto cómo se reduce el tamaño del sector público, sino cómo se hace más eficaz. En estos términos se expresó ayer el ministro de Hacienda, Fernández Ordóñez, en el acto de clausura del seminario internacional sobre «el sector público en una economía de mercado».

El señor Fernández Ordóñez señaló que el sector público español tiene planteados fundamentalmente cinco problemas.-En primer lugar el del deterioro actual de la función pública que absorbe en los Presupuestos de los últimos años un 42% del total, con una enorme complicación en cuanto a puestos de trabajo, procedimiento de ingreso, horario de trabajo, posibilidades de promoción, etcétera. Todo ello suscita un problema adicional de retribuciones que no podrá ser resuelto mientras no pueda abordarse en profundidad la gran tarea de la reforma de la Administración.

- El segundo problema es el de la tasa de crecimiento de las transferencias corrientes, cuya cuantía supera casi el 40% de los Presupuestos del Estado. La financiación de empresas públicas con pérdidas, el encubrimiento de las elevaciones de precios por medio de subvenciones directas o indirectas, el apuntalamiento de sectores sin futuro cuya reestructuración no se aborda suponen un coste estructural que paraliza un movimiento dinámico de la economía.

- En tercer lugar hay que destacar el elevado porcentaje de gasto que significa la Seguridad Social dentro del sector público, ya que absorbe más porcentaje que el propio Estado.

- En cuarto lugar nuestro sector público tiene planteado un problema de correlación entre sus costes y sus resultados. Prácticamente el último problema que surge en toda la técnica de asignación de los recursos es el de la eficacia, porque lo importante no es sólo asignar los recursos a las prioridades políticas del país, sino que el empleo de los mismos se realice en términos de la máxima eficacia.

- Finalmente, una fuente considerable de problemas lo constituye la nueva estructura regional del Estado, que puede provocar una duplicación y un aumento considerable de la burocracia en un país como el nuestro escaso de recursos, en donde el crecimiento de los gastos corrientes debe ser fijado cuidadosamente.

Señaló el ministro que el papel del sector público depende de la valoración política que se adopte y esta valoración depende de qué importancia se atribuye a la distribución de la renta, a la satisfacción de las necesidades colectivas y al papel que se considera deben representar los principios de igualdad, de justicia y de solidaridad que la Constitución española destaca como objetivos esenciales.

En el acto de clausura, el vicepresidente del Centro de Estudios y Comunicación Económica, José Antonio Aguirre, informó sobre las conclusiones adoptadas.

De todos los sistemas conocidos, el de economía de mercado descentralizada es el que suministra información a un costo más bajo y a pesar de los fallos conocidos esta virtualidad los compensa ampliamente.

El gran hallazgo de la ciencia económica moderna es haber demostrado que los fallos del mercado no se resuelven acumulando intervenciones, porque el sector público también falla.

En los años futuros, el gran tema para la política económica del sector público será el desarrollar los métodos de dirección efectiva de la economía sin recurrir a una ampliación constante de los presupuestos públicos, que sólo engendra inflación y paro a un tiempo.

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