Se agrava la polémica entre Francia y Alemania por el poder del Parlamento Europeo

Volvió a agravarse ayer la polémica entre Francia y Alemania a propósito del futuro Parlamento Europeo. Las recientes declaraciones del canciller alemán, Helmut Schmidt, y del ex canciller Willy Brandt, en el sentido de que la Asamblea europea elegida por sufragio universal dispondrá de más poderes que el Parlamento actual, fueron ayer interpretadas oficialmente como «confusas» por el portavoz presidencial, Pierre Hunt.Unas horas antes, las declaraciones de Schmidt, objetadas también por el ministro de Asuntos Exteriores, Louis de Guiringaud, promovieron, a la vez, una serie de críticas de los...

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Volvió a agravarse ayer la polémica entre Francia y Alemania a propósito del futuro Parlamento Europeo. Las recientes declaraciones del canciller alemán, Helmut Schmidt, y del ex canciller Willy Brandt, en el sentido de que la Asamblea europea elegida por sufragio universal dispondrá de más poderes que el Parlamento actual, fueron ayer interpretadas oficialmente como «confusas» por el portavoz presidencial, Pierre Hunt.Unas horas antes, las declaraciones de Schmidt, objetadas también por el ministro de Asuntos Exteriores, Louis de Guiringaud, promovieron, a la vez, una serie de críticas de los gaullistas y los comunistas a la posición ambigua que sobre esa materia atribuyen al presidente Giscard d'Estaing.

El canciller Schmidt declaró anteayer: «Estimo que el Parlamento electo no se conformará con los poderes relativamente restringidos de los que goza el actual.» Unas horas después Brandt remachó el clavo: «El Parlamento elegido por sufragio universal directo se sentirá lo bastante legítimo como para fijar sus propios derechos.»

A los gaullistas y comunistas franceses no les hacía falta más para volver a expresar sus temores: la independencia nacional será la víctima cierta del nuevo Parlamento comunitario. El ministro de Asuntos Exteriores se vio forzado ayer a reafirmar la posición del Gobierno sobre el particular:

«La elección del Parlamento Europeo por sufragio universal -dijo- no puede implicar una ampliación de los poderes de este últirno.» El ministro recordó que los poderes de la Asamblea «están fijados por los tratados» y que no pueden ser modificados más que a partir de un acuerdo previo de todos los países miembros, seguido, de la ratificación de los parlamentos nacionales.

A pesar de la renovación de la posición oficial, aparentemente inequívoca, el portavoz de los gaullistas se «sorprendió» ayer de que Schmldt hoy haya podido manifestar su certeza de que los poderes del Parlamento Europeo van a desbordar los actuales conociendo como conoce los tratados (el de Roma en particular) y la posición del Gobierno francés. Para los gaullistas y para los comunistas la «ambigüedad» de la situación, pese al rechazo oficial, es un hecho.

Los primeros reiteran la petición hecha el domingo pasado en su congreso extraordinario, al definir la política europea del «movimiento» gaullista: que el Gobierno, en la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los nueve, en Bruselas, el 4 y 5 de diciembre, solicite «solemnemente garantías de que no serán aumentados los poderes actuales del Parlamento».

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La doble cuestión complementaria (elección del Parlamento por sufragio universal directo y los eventuales poderes que pueda ejercer esa asamblea) hará cada día más ásperas las fricciones, en este país, entre partidarios y adversarios de la elección. Estos últimos (gaullistas y comunistas) sospechan que el futuro Parlamento estará dominado por los alemanes. Los giscardianos y los socialistas, los más europeos, saben que la elección por sufragio universal desencadena un proceso que, inevitablemente, modificará antes o después sus poderes. Pero, de momento, estas dos fuerzas francesas europeístas están más preocupadas por las consecuencias de política interior que también implica el escrutinio comunitario y que, según piensan, les favorecerán frente a gaullistas y comunistas.

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