Terrorismo y orden público

«El debate parlamentario sobre el orden público hay que reconocer sinceramente que no admitía de moras. En primer término, para esclarecer posiciones y fijar criterios de actuación de cara a la opinión pública; en segundo lugar, porque la oleada terrorista que padece especialmente el País Vasco aconsejaban una comparecencia del ministro del Interior en el Senado y en el Congreso que disipara dudas y recelos en la calle sobre los esfuerzos gubernamentales para detener y controlar este fenómeno nuevo que amenaza la paz ciudadana e intenta desestabilizar el proceso democrático.(...)El problema de...

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«El debate parlamentario sobre el orden público hay que reconocer sinceramente que no admitía de moras. En primer término, para esclarecer posiciones y fijar criterios de actuación de cara a la opinión pública; en segundo lugar, porque la oleada terrorista que padece especialmente el País Vasco aconsejaban una comparecencia del ministro del Interior en el Senado y en el Congreso que disipara dudas y recelos en la calle sobre los esfuerzos gubernamentales para detener y controlar este fenómeno nuevo que amenaza la paz ciudadana e intenta desestabilizar el proceso democrático.(...)El problema del terrorismo en España tiene hoy, como todo el mundo sabe y recordaba Martín Villa, un solo nombre, ETA, al haber desarticulado la policía -así lo esperamos- a las organizaciones terroristas GRAPO y MPAIAC. El ministro del Interior ha reconocido con toda claridad que ETA, con anterioridad a la nueva Monarquía, había ganado la guerra psicológica en la mayor parte del País Vasco, situación que por fortuna se está reinvirtiendo desde el 15 de junio de 1977. El ministro del Interior ha pedido la colaboración del poder legislativo para que éste proporcione medios jurídicos indispensables para hacer frente al terrorismo. «Nuestros tribunales -ha dicho con toda claridad Martín Villa- deben poder aplicar penas muy severas a los terroristas, porque la severidad de la sanción posee efectos disuasorios indiscutibles.»

También el ministro del Interior, extensamente, ha explicado las cinco clases de medidas puestas en práctica por el Gobierno actual en la lucha antiterrorista, desde la primera de ellas, el tan discutido otorgamiento de gracia mediante indultos y la amnistía, pasando por la concesión de la preautonomía y puesta en funcionamiento del Consejo General Vasco, no declarando el estado de excepción como respuesta a cada acción terrorista grave, reconduciendo la lucha antiterrorista al terreno de la investigación policial -que, según el ministro, puede que haya dado hasta la fecha pocos resultados, pero que es «el terreno adecuado y el que más posibilidades ofrece a la larga»-, y, por último, ha señalado Martín Villa que el Gobierno ha puesto en manos de la policía instrumentos jurídicos nuevos, medidas extraordinarias, en definitiva, para luchar con este mal también extraordinario del terrorismo. (...)

Estamos con Martín Villa, sin enjuiciar, repetimos, toda su actuación al frente del Ministerio del Interior, en que son tiempos los de hoy mismo de solidaridades frente al enemigo común que el terrorismo supone. En una palabra, son horas ya de detener el miedo y combatir responsable y colectivamente esta plaga feroz y temible del terrorismo. Todos a una. El Gobierno, claro es, al frente.»

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8 noviembre

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