Ford británica, dispuesta a superar los topes salariales

Las conversaciones entre la Ford británica y los representantes de sus 57.000 trabajadores manuales en huelga se han reanudado tras el anuncio por parte de la compañía de que está dispuesta a ignorar el tope del 5% de aumento salarial impuesto por el Gobierno. La noticia se produce al tiempo de la primera reunión exploratoria entre ministros y líderes sindicales para sacar de su actual punto muerto el diálogo Gobierno-sindicatos sobre política salarial.

En una declaración que ha caído como una bomba en medios políticos, el presidente de la firma automovilística, Sir Terry Beckett, a...

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Las conversaciones entre la Ford británica y los representantes de sus 57.000 trabajadores manuales en huelga se han reanudado tras el anuncio por parte de la compañía de que está dispuesta a ignorar el tope del 5% de aumento salarial impuesto por el Gobierno. La noticia se produce al tiempo de la primera reunión exploratoria entre ministros y líderes sindicales para sacar de su actual punto muerto el diálogo Gobierno-sindicatos sobre política salarial.

En una declaración que ha caído como una bomba en medios políticos, el presidente de la firma automovilística, Sir Terry Beckett, afirma que el único medio de desbloquear una situación que está perjudicando seriamente los intereses de la Ford -y que no ha sido resuelta en el concilio laborista de la semana pasada en Blackpool- es dialogar libremente con los trabajadores y confiar en que éstos respetarán su lema de responsable negociación colectiva. La declaración del señor Beckett se ha producido cuando la huelga total de las veintitrés plantas de la Ford en Gran Bretaña entra en su tercera semana.

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Aunque todavía no hay reacciones oficiales a unas declaraciones que sitúan a la Ford en el punto de mira del Gobierno, tanto el primer ministro como el ministro de Hacienda han reiterado en los últimos días que se aplicarán sanciones contra las empresas que violen el 5% de aumento salarial autorizado por el Gobierno para el año fiscal 78-79. El señor Callaghan, cuya política salarial fue tan abrumadoramente desafiada en Blackpool, dejó sin embargo la puerta abierta en la conferencia de su partido a compromisos que rebasarán ese porcentaje, siempre y cuando tuvieran como contrapartida un aumento demostrable de la productividad. Es seguro que este concepto será introducido por la Ford en las conversaciones que comienzan hoy, cuya única condición previa es la exigencia de la multinacional norteamericana de que se reanude el trabajo antes de que se perfile un completo acuerdo.

Beneficios de Ford UK

Tal y como anticipaba este periódico hace unos días (EL PAIS de 3 de octubre), la disposición negociadora ha prevalecido en los directivos de una firma cuyos beneficios en 1977 ascendieron a 35.000 millones de pesetas y espera este año rondar los 50.000. La colisión de la Ford con el Gobierno puede suponer a la compañía la pérdida de su contrato de suministro de 25.000 vehículos anuales. Pero poco más puede hacer la Administración contra una empresa que garantiza directamente 70.000 puestos de trabajo y que tiene planes de inversión para los próximos cuatro años por valor de 150.000 millones de pesetas. Cualquier posible medida disciplinaria ha de tener cuidadosamente en cuenta estos dos aspectos.La decisión de la Ford, que abre la puerta a concesiones similares de otras empresas en saneada situación económica, supone además un desafío para el Gobierno, un regalo político para el Partido Conservador, que ayer inauguró en Brighton su conferencia anual precisamente con un debate sobre empleo y relaciones laborales. La líder conservadora no se cansa de repetir que la vuelta a la libre negociación colectiva es uno de los propósitos fundamentales, de una futura Administración tory y, según entiende el partido opositor, el otoño borrascoso que se avecina para el Gobierno a causa de su rígida política salarial y sus dificultades con los trabajadores es el mejor anticipo de hacia dónde pueden ir los votos en las próximas elecciones.

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