Tribuna:

Nuevo rostro empresarial

Parece que por primera vez el Gobierno habla con los empresarios, y los empresarios con el Gobierno. Era un paso necesario. Hasta hace bien poco, ambas partes se ignoraban más de lo que se comprendían y, aunque un Gobierno no debe compenetrarse con ninguna de las fuerzas sociales en presencia, tampoco puede prescindir del diálogo constructivo.Aún es pronto para saber la verdadera profundidad de este nuevo diálogo, que en situación ideal debería tener el mismo alcance que el diálogo Gobierno-trabajadores, a pesar de que el Gobierno actual no representa precisamente, por sus orígenes políticos, ...

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Parece que por primera vez el Gobierno habla con los empresarios, y los empresarios con el Gobierno. Era un paso necesario. Hasta hace bien poco, ambas partes se ignoraban más de lo que se comprendían y, aunque un Gobierno no debe compenetrarse con ninguna de las fuerzas sociales en presencia, tampoco puede prescindir del diálogo constructivo.Aún es pronto para saber la verdadera profundidad de este nuevo diálogo, que en situación ideal debería tener el mismo alcance que el diálogo Gobierno-trabajadores, a pesar de que el Gobierno actual no representa precisamente, por sus orígenes políticos, los intereses de los trabajadores.

Pero lo que resulta quizá más interesante del cambio producido es la nueva composición del máximo órgano directivo de la patronal, que a finales de este mes será elegido por todos los empresarios de España. Los candidatos únicos ya están pactados y son conocidos. Y de sus nombres cabe deducir dos cosas. Primero, el hecho de que la actitud dialogante de parte de los empresarios puede proceder en muy gran medida del talante más moderado, menos «poujadista» y más pragmático. de los nuevos representantes. Segundo, el hecho de que por vez primera en los órganos de representación empresarial comienzan a aparecer figuras importantes de la vida empresarial española, capaces de representar al conjunto y de dar contenido a la organización.

Lo que no es comprensible desde una óptica estrictamente democrática es que el Gobierno intente manipular las candidaturas, ponga vetos descalificadores hacia personas que incluso gozan de más altas confianzas y pretenda sentar a la mesa de las próximas negociaciones -como algún miembro del Gabinete ha pretendido, sin éxito afortunadamente- a ayudas de cámara para salir mejor del atolladero. La mayoría de edad hay que reconocérsela plenamente a todos los protagonistas de la vida española. Esta mayoría de edad supone eliminar tutorías o tutelajes y permitir a las personas y grupos ejercer el derecho a equivocación.

En las filas empresariales parece que ha causado efecto la reciente afirmación de un alto ejecutivo de UCD, en una reunión con empresarios importantes, en la que dijo, más o menos textualmente: «Despejada la posibilidad golpista, el nuevo sistema político está consolidado, y este Gobierno, el de UCD, es, sin duda, el más a la derecha que ustedes pueden esperar en un inmediato futuro. » El personaje que comentamos dijo más adelante, y después de analizar la actual situación económica: «Lo que ustedes no hagan por hacer frente a la crisis tendremos que hacerlo desde el ejecutivo. Ustedes, verán que es lo que más les interesa».

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