Sirios y cristianos repliegan sus fuerzas en Beirut

Las tropas sirias y las milicias cristianas comenzaron a retirarse ayer parcialmente de las zonas de confrontación en los barrios cristianos, tras haberse llegado a un alto el fuego y aceptado ambas ceder los puestos que controlaban al Ejército libanés. El alto el fuego, fírmado el miércoles por la noche tras la mediación del Estado libanés, es aparentemente serio, según los observadores en Beirut. Amin Gemayel y Dory Chamun, los líderes de los dos partidos -Falange y Nacional Liberal- de la coalición cristiana, ordenaron el jueves a sus hombres que no apareciesen por las calles de los barrios...

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Las tropas sirias y las milicias cristianas comenzaron a retirarse ayer parcialmente de las zonas de confrontación en los barrios cristianos, tras haberse llegado a un alto el fuego y aceptado ambas ceder los puestos que controlaban al Ejército libanés. El alto el fuego, fírmado el miércoles por la noche tras la mediación del Estado libanés, es aparentemente serio, según los observadores en Beirut. Amin Gemayel y Dory Chamun, los líderes de los dos partidos -Falange y Nacional Liberal- de la coalición cristiana, ordenaron el jueves a sus hombres que no apareciesen por las calles de los barrios cristianos con armas o uniformes.

En contrapartida, las tropas sirias deberán reagruparse en la torre Rizk, un edificio de veintitrés pisos en el barrio este de Beirut, y, un inmueble contiguo que les ha servido de cuartel general. En una segunda fase, se añade, las tropas sirias se retirarán de la capital, incluidos los puntos claves que enlazan el sector cristiano de Beirut con el «hinterland» cristiano de la montaña.

Los cristianos, no obstante, estiman que los sirios han aceptado este acuerdo para no tener sus fuerzas dispersas alrededor de los barrios cristianos y poderlas reagrupar para mejor organizar un ataque final.

En medio de esta precariedad en la capital, en el sur de Líbano, no obstante, las milicias cristianas se niegan a permitir el estacionamiento de un contingente de las fuerzas gubernamentales cerca de la frontera israelí, una actitud en la que son apoyados por el Gobierno de Israel.

La artillería de los milicianos ha bombardeado reiteradamente las posiciones tanto de las fuerzas gubernamentales como las de las tropas sirias de pacificación y las de las Naciones Unidas.

Asimismo, las respuestas dadas por Israel a las peticiones de Estados Unidos de que retirara el apoyo a las milicias cristianas han sido desestimulantes y significan que una unidad del Ejército libanés bloqueada cerca de Marjayun perrnanecerá en esa situación de una manera indeterminada. Los observadores están preocupados por la evidente interrelación que existe entre la actitud de las tropas sirias en Beirut y la de las milicias cristianas en el sur de Líbano.

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