Tribuna:DIARIO DE UN SNOB

Los alcaldes de Madrid/Vaguada

Lo digo así -Madrid /Vaguada- porque todo futuro y presente alcalde (de la Villa tendrá que cargar ya con esa barra estructural como con una viga en el propio ojo, como con una joroba o cola de bufón, cola que en este caso es La Vaguada, uno de los más hermosos ejemplos demográficos de cómo la especulación se come al nene.UCD no apoyará a Garrigues Walker para alcalde de Madrid/Vaguada. Se ha sabido ayer mismo en los mentideros madrileños y escalinatas de San Felipe, entre los cuatro oficiosos que nos despiojarnos de chismes al sol nacional de julio. El fracaso de mi querido Joaquín Gar...

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Lo digo así -Madrid /Vaguada- porque todo futuro y presente alcalde (de la Villa tendrá que cargar ya con esa barra estructural como con una viga en el propio ojo, como con una joroba o cola de bufón, cola que en este caso es La Vaguada, uno de los más hermosos ejemplos demográficos de cómo la especulación se come al nene.UCD no apoyará a Garrigues Walker para alcalde de Madrid/Vaguada. Se ha sabido ayer mismo en los mentideros madrileños y escalinatas de San Felipe, entre los cuatro oficiosos que nos despiojarnos de chismes al sol nacional de julio. El fracaso de mi querido Joaquín Garrigues en la cosa de la vivienda social, le ha quitado mucha pegada a la hora de dar la batalla dentro de su partido contra el bondadoso don José Luis Álvarez.

Joaquín se creía que esto de la política era esa cosa kennediana de andar siempre con el pelo por un lado y el peine por otro, meterse en el barro, el lodo y el fango del arroyo, como una huerfanita de Xavier de Montepín, y sonreir luego a Marisa Florez y las víboras de la leika con sonrisa binaca.

Ya ves que no, Joaquín, amor.

UCD sigue pensando en José Luis Álvarez, que para eso le tiene nombrado y la gente ya se va haciendo a la idea. El señor Álvarez, alcalde de Madrid/Vaguada por antonomasia, es mi candidato municipal, no en el sentido erótico de la candidatura -o sea que yo no le deseo ni deseo que se quede-, sino en el sentido real, realista. Es el que se va a quedar, desde ya.

(No se puede decir desde ya, querido cura, pero yo lo digo). En cuanto a los posibles alcaldes socialistas, yo incluso llegué a hacer campaña por Tierno, que me convidaba a buenos helados con barquillo o suplicatorio, y cocacolas del tiempo, y uno vende por nada su alma al diablo rojo. Pero ahora, la verdad, ya tampoco veo a Tierno frente a la Torre de los Lujanes, y no por nada, sino que el maduro doctor, a fuerza, de actuar en el plano de la categoría, se ha convertido él mismo en una categoría. Aquí diríamos, parafraseando a los árabes (los árabes de antes, que eran más cultos y le daban menos a la metralleta) que el que se finge concepto acaba siéndolo.

Don Enrique Tierno Galván va siendo cada día más un concepto que un hombre.

Me parece que es Felipe González el que lo ha dicho, claro, mucho más rudamente que yo:

-Tierno sería un gran candidato, pero no un buen alcalde.

Y ha pensado en Miguel Boyer, que tiene apellido entre artista de cine y calmante vitaminado. Claro que en lo de Tierno también se pasan, porque piensan que es un ciego que no sabe cruzar la calle si no se la cruza Hegel cogido del brazo. Y tampoco es eso. Aquí los intelectuales, en política -ya pasó con Azaña-, son siempre sospechosamente respetados, distanciados, ignorados. Aquí hay que ir directamente a la yugular del adversario.

Ramón Tamames sigue siendo el favorito comunista para la alcaldía. Sus libros sobre Madrid dan la medida de lo que podría hacer, y a mí me ha explicado, en conversaciones de sobremesa, toda la problemática madrileña con su correspondíente modelo para armar de soluciones. Pero pensar que Suárez va a tolerar un alcalde comunista en Madrid -aunque sea un comunista de los jesuítas, como Ramón-, es no conocer a Suárez ni conocer Madrid.

Madrid, castillo famoso, sigue siendo una cosa famosa y encastillada, y el filme Morir en Madrid nos recordaba recientemente y una vez más lo que ya sabíamos: que Madrid, por complejas razones que van desde la geografía a la Historia, pasando por el teatro de La Latina, sigue siendo el nudo gordiano ese de la Península, nudo que sólo la espada de Franco -«la espada más limpia de Europa», según Piñar o los piñaristas-, pudo cortar.

No se sabe por qué, pero me temo que Madrid -y pese a las autonomías y búnkeres/barraqueta- va a seguir siendo un centro estabilizador o desestabilizador de la vida que llamaremos peninsular, e incluso insular. Ser alcalde de Madrid es mas que ser ministro, para qué nos vamos a engañar. Madrid es más que un Ministerio y Suárez no va a tolerar un comunista en su Gobierno de seuístas que van o no van a misa. Yo, pancista como soy, voto ya mismo por el señor Álvarez, actual alcalde de Madrid/Vaguada.

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