Tribuna:

¿Existe política económica?

Una profunda sensación de improvisación y desajuste se percibe en la observación de la labor que vienen desarrollando los componentes del equipo económico del Gobierno en los últimos meses. La evidencia de que cada Departamento está dedicado a sus propios temas, enzarzados todos en batallas estrictamente sectoriales. coloca en tela de juicio la existencia de una auténtica política económica.A estas alturas de su gestión, resulta más que notoria la existencia de fuertes tensiones en el seno del Gabinete, que gravitan notablemente sobre su propia operatividad. Esta divsión, polarizada una vez má...

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Una profunda sensación de improvisación y desajuste se percibe en la observación de la labor que vienen desarrollando los componentes del equipo económico del Gobierno en los últimos meses. La evidencia de que cada Departamento está dedicado a sus propios temas, enzarzados todos en batallas estrictamente sectoriales. coloca en tela de juicio la existencia de una auténtica política económica.A estas alturas de su gestión, resulta más que notoria la existencia de fuertes tensiones en el seno del Gabinete, que gravitan notablemente sobre su propia operatividad. Esta divsión, polarizada una vez más en progresistas y conservadores, resulta especialmente patente a la hora de abordar temas económicos y a ella no son ajenos determinados enfrentamientos eminentemente políticos o personales acaecidos en los últimos meses. Así, crecen de día en día los te mas bloqueados y aquellos todavía pendientes de aprobación. Entre los primeros muchos fueron pactados en la Moncloa y sus plazos han prescrito, todos estaban en definitiva, en el amago de programa electoral de UCD y posteriormente fueron incluidos en la declaración programática del Gobierno poselectoral de Adolfo Suárez, hace casi trece meses.

Lejos de cumplirlo a rajatabla -como se aseguró- el programa de Saneamiento y Reforma de nuestra economía ha sido desvirtuado en su misma esencia y enunciado por la actuación de los últimos meses. La defensa de posturas personales, no siempre apoyadas siquiera en la de los departamentos u organismos correspondientes ha coartado toda posibilidad de corrección sobre la marcha de algunos desajustes detectados hasta el punto de que algunos temas siguen todavía circunscritos al niv de discusión intestina. a pesar de la urgencia indiscutible de su planteamiento.

Son ya los propios miembros del Gobierno quienes en conversaciones mas o menos privadas. reconocen la imposibilidad de llevar a cabo acciones concretas. a causa de las graves tensiones existentes en el ejecutivo. Tensiones que ya se han trasladado a la Comisión General de Subsecretarios. cuvas competencias son extraordinariamente amplias en estos momentos. Por todo ello. montañas de resoluciones y disposiciones legales duermen en despachos. mueren en discusiones exacerbadas o concluven tremendamente desvirtuadas. En este país. especialmente en el ámbito económico. la superposición de competencias de los diversos ministerios es tan acusada que prácticamente ningún departamenzo puede encauzar una determinada actuación sin el concurso de uno o varios concurrentes. Esto aparece ahora agravado por la existencia de un Ministerio staff - Economía-, que no acierta en su labor de reparto y coordinación del juego y se ha convertido, por el contrario. en parada obligada de toda disposición o proyecto de elemental importancia. Por si fuera poco, la lamentable estrategia parlanientaria -en temas económicos- de UCD no ha hecho sino amontonar proyectos y disposiciones. sin que alcancen posibilidad de materializarse en concreto.

Plan Energético. Siderurgia. Seguridad Social. paro. importaciones agrarias. política naval. empresa pública. pesca. transportes. turismo. estadísticas. suelo. vivienda... y un largo etcétera de aspectos de la vida económica española siguen sin ser siquiera planteados con seriedad al margen de rimbombantes declaraciones o actuaciones coyunturales. frecuentemente forzadas por presiones externas o simples coincidencias de oportunismo político. Con la excepción de unos cuantos datos positivos. logrados de forma un tanto prematura en los primeros meses de la etapa Fuentes. la economía española sigue en un lamentable impasse, sin dirección ni coordinación aparentes y sin que el máximo responsable del ejecutivo decida interesarse por ella.

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