La OCDE prevé un menor crecimiento de la economía USA en 1979

Después de tres años de recuperación económica, que se han traducido en un sensible incremento de la producción y que han situado las tasas de paro en porcentajes más tolerables, la economía norteamericana se enfrenta con un primer semestre del año 1978 de menor crecimiento económico, según las previsiones de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en el informe sobre la economía americana que acaba de hacer público en París.El secretariado de la organización prevé para el primer semestre del año próximo un crecimiento económico inferior al 3 %, después de un segundo seme...

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Después de tres años de recuperación económica, que se han traducido en un sensible incremento de la producción y que han situado las tasas de paro en porcentajes más tolerables, la economía norteamericana se enfrenta con un primer semestre del año 1978 de menor crecimiento económico, según las previsiones de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), en el informe sobre la economía americana que acaba de hacer público en París.El secretariado de la organización prevé para el primer semestre del año próximo un crecimiento económico inferior al 3 %, después de un segundo semestre del año en curso para el que se prevé un aumento del producto nacional bruto del 4,5 % y de las tasas de crecimiento más elevadas obtenidas en los dos semestres del pasado año.

Temor a la inflación

Las perspectivas inflacionarias son sombrías, sobre todo después de la reciente aceleración de los índices de precios. Este hecho, unido a la reducción de la tasa de paro, han conducido a un cierto endurecimiento de las políticas monetaria y presupuestaria y podría traducirse en un comportamiento más prudente en materia de gastos e inversiones, tanto por parte de los empresarlos como de los consumidores.Por otra parte, el informe de la OCDE estima que el reforzamiento de la política adoptada para luchar contra la inflación contribuirá a asegurar condiciones favorables para la entrada de capitales, susceptibles de compensar el déficit exterior corriente sin que se produzcan bajas excesivas de los tipos de cambio. Esta previsión no tiene, sin embargo, en cuenta las modificaciones de estos últimos días, motivadas por la impresión generalizada de que el dólar iba a perder su liderazgo en materia de pagos petrolíferos, lo que ha provocado la caída más profunda de la cotización del dólar en los últimos años.

A la vista de la situación, los expertos de la organización estiman que el descenso en el ritmo de actividad económica americana podría ser más acusado de lo esperado por las autoridades económicas de este país.

Para la OCDE, el control de la inflación debe ser la prioridad básica de la política económica americana, debido al recrudecimiento de los aumentos de precios Y al descenso del paro.

Control salarial

El Gobierno americano mantiene conversaciones con representantes de les sindicatos y del patronato para conseguir una moderación en los aumentos salariales como medio para ayudar en la lucha contra la inflación. La OCDE espera que estas conversaciones tengan resultados positivos, al igual que ha sucedido en otros países europeos, y que se Puede reducir la inflación sin sacrificarla expansión de la actividad económica y las rentas reales de los asalariados.En cuanto a la situación. exterior, la OCDE ve con preocupación el fuerte déficit americano, que alcanzó en 1977 en su balanza corriente la cifra de 15.000 millones de dólares, después de un superávit de 18.000 millones de dólares durante el año 1975. Este déficit ha sido debido a las importaciones de petróleo y a la diferencia entre los ritmos de crecimiento económico americanos y de los restantes países de la OCDE. La organización recomienda una estabilidad más duradera de la tasa de cambio del dólar, en base a una política energética más restrictiva, en la que los mecanismos de precios estimulen un ahorro de energía y la localización de nuevos aprovisionamientos interiores.

El déficit externo de Estados Unidos podría verse atenuado como consecuencia de un menor ritmo de actividad económica interna, tal y como prevé la OCDE.

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