Nuevas divergencias en Francia sobre la ampliación de la CEE

El viaje oficial del presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, a Portugal ha replanteado con más claridad aún la oposición radical de los gaullistas a la ampliación de la Comunidad Económica Europea (CEE).En el mismo momento en que Giscard d'Estaing reiteraba en Lisboa que la entrada de los tres países mediterráneos (España, Grecia y Portugal) reequilibraría la comunidad, el presidente de la gaullista RPR, Jacques Chirac, manifestaba exactamente lo contrario en Francia. Los argumentos del alcalde de París contra la ampliación de la CEE y, sobre todo, hostiles a la entrada de España en la C...

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El viaje oficial del presidente francés, Valery Giscard d'Estaing, a Portugal ha replanteado con más claridad aún la oposición radical de los gaullistas a la ampliación de la Comunidad Económica Europea (CEE).En el mismo momento en que Giscard d'Estaing reiteraba en Lisboa que la entrada de los tres países mediterráneos (España, Grecia y Portugal) reequilibraría la comunidad, el presidente de la gaullista RPR, Jacques Chirac, manifestaba exactamente lo contrario en Francia. Los argumentos del alcalde de París contra la ampliación de la CEE y, sobre todo, hostiles a la entrada de España en la Comunidad, no han variado, pero en cada ocasión se explicitan de manera más diáfana y contundente.

En un artículo que publicó ayer por la mañana el diario Sud-Ouest, reverdeció los argumentos económicos que, en su opinión, deben impedir concretamente la adhesión española: España, subrayaba, ha evolucionado industrialmente y ha adquirido medios tecnológicos adelantados en varios sectores.

Esto, conjugado con los bajos salarios, le permite obtener precios de costo baratos y, todo ello, concluye Chirac, constituiría una agresión contra ciertos ramos de la industria francesa que «no debe aceptarse».

Refiriéndose a los tres países candidatos a la adhesión, el líder gaullista se clarifica sin lugar a dudas: «Hay dos concepciones de posibles de Europa: una comunidad (con los nueve países actuales, se entiende) o una zona de libre cambio (en el caso de que entren los tres países mediterráneos). Estas dos Europas son inconciliables.»

En unas declaraciones a la televisión francesa, el primer ministro portugués, Mario Soares, estimó que la entrada de Portugal en la CEE no debiera plantearle problemas a Francia, contrariamente, añadió, a lo que ocurre en el caso de España, «ya que este último país es un gran mercado, es una potencia industrial y tiene una política agrícola muy competitiva respecto a la francesa. Este no es el caso de Portugal».

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