La hora española

«(...) La España una, grande y libre de Franco cede el sitio a una España una, pluralista y más claramente libre de Juan Carlos (...) No se ha tratado de crear un Estado federal, y el concepto reconocido de nacionalidades en el interior de una «patria común e indivisible» no da derecho a ninguna de ellas a la autodeterminación (...)Los temores de un deterioro del orden público, preocupantes hace algunos rneses, no son un tema de discusión en Madrid. El clima del Reino no es de enfrentamientos apasionados ni de caza de brujas. El número de empresas en dificultad en Cataluña ha aumentado mucho e...

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«(...) La España una, grande y libre de Franco cede el sitio a una España una, pluralista y más claramente libre de Juan Carlos (...) No se ha tratado de crear un Estado federal, y el concepto reconocido de nacionalidades en el interior de una «patria común e indivisible» no da derecho a ninguna de ellas a la autodeterminación (...)Los temores de un deterioro del orden público, preocupantes hace algunos rneses, no son un tema de discusión en Madrid. El clima del Reino no es de enfrentamientos apasionados ni de caza de brujas. El número de empresas en dificultad en Cataluña ha aumentado mucho en primavera y el paro alcanza, particularmente en Andalucía, cifras realmente inquietantes. Pero a la vez, se registra un aumento considerable del comercio exterior, una seria reforma fiscal está en preparación y la tasa de inflación, que amenazaba llegar al 30% cuando la firma de los pactos de la Moncloa, no llegará este año al 16%, justa compensación a un riguroso bloqueo de los salarios, cuyos efectos, sin duda severos, no han puesto en peligro la paz social (...).

Sin embargo, es necesario escuchar a los fantasmas que agitan el subconsciente de los españoles. Si éstos se estiman en un 82% felices de la vida que llevan y el 63% satisfechos del tipo de sociedad que es la suya, porcentajes más elevados que en Francia y en Italia y curiosamente idénticos a los de Inglaterra, no por ello los españoles se han convertido en ingleses, cultivadores de la felicidad cívica. Solamente un 45% considera que la democracia funciona bien en su país (...)

Un sondeo publicado hace algunos días por EL PAÍS reveló que, pese a la popularidad del Rey y los méritos reconocidos a su primer ministro, el viento sopla hacia la izquierda y un tercio de la población manifiesta ante la situación política un cierto pesimismo.»

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27 de junio

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