Madrid, a un paso de la integración preautonómica en Castilla-La Mancha

Los parlamentarios madrileños y los castellano-manchegos se entrevistaron ayer con el ministro para las Regiones en relación con el decreto-ley de preautonomía de la región castellano-manchega, que se halla pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros, sin que los parlamentarios madrileños aceptaran la exclusión preautonómica de Madrid que prevé dicho decreto-ley. Cada vez parece más difícil que el Gobierno llegue a aprobar el decreto-ley ultimado por los parlamentarios de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo.

Los parlamentarios madrileños, como estaba previsto, so...

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Los parlamentarios madrileños y los castellano-manchegos se entrevistaron ayer con el ministro para las Regiones en relación con el decreto-ley de preautonomía de la región castellano-manchega, que se halla pendiente de aprobación por el Consejo de Ministros, sin que los parlamentarios madrileños aceptaran la exclusión preautonómica de Madrid que prevé dicho decreto-ley. Cada vez parece más difícil que el Gobierno llegue a aprobar el decreto-ley ultimado por los parlamentarios de Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara y Toledo.

Los parlamentarios madrileños, como estaba previsto, solicitaron oficialmente que la provincia de Madrid se integre en la región Castilla-La Mancha desde el primer momento preautonómico. Propusieron establecer un estatuto especial para Madrid dentro del estatuto autonómico de la región.Los parlamentarios castellano-manchegos expusieron, una vez más, que la junta permamente que ha elaborado el proyecto de decreto-ley no puede tomar semejante decisión, sino limitarse a lo intentado: conseguir la preautonomía para las cinco provincias que representan. Por tanto, la insistente pretensión de los parlamentarios madrileños, será sometida al juicio de la asamblea parlamentaria castellano-manchega, que se reunirá en Toledo el miércoles por la noche. La propuesta del estatuto especial no fue tampoco aceptada en principio.

Si esta asamblea accediera a la petición, el decreto-ley sería retocado en este sentido, aunque ello supusiera un cierto retraso para iniciar el proceso preautonómico. Si la asamblea se mostrara contraria a la integración de Madrid, el conflicto habría llegado a su punto máximo, tras casi dos meses de discusiones, desde que los parlamentarios madrileños hicieron saber su idea de integrar a Madrid en la región castellano-manchega, ya en vías de ultimar los trámites para su constitución como tal de cara al futuro régimen autonómico.

A pesar de que algunos parlamentarios castellano-manchegos se muestran de acuerdo con la integración de Madrid -casos generales de Guadalajara y Toledo- en el ánimo de todos prevalece el interés por dotar a las cinco provincias, en primer lugar, del decreto de preautonomía. La disposición adicional en la que se propone negociar ulteriormente el tipo de conexión con Madrid, es una clara muestra de su disposición a la negociación. No obstante, los parlamentarios madrileños no han cedido en ninguno de sus dos presupuestos: integración y desde el primer momento.

Independientemente de la conveniencia o inconveniencia de la integración de la provincia de Madrid en la citada región, sobre lo cual existen argumentos válidos y de peso en ambos sentidos, ha sido la inamovible postura de los parlamentarios madrileños lo que ha cargado de tensiones la tramitación preautonómica castellano-manchega.

El parlamentario-albacetense del PSOE, señor Picazo, manifestó: «El 80% del tiempo de las reuniones nos lo ha ocupado esta discusión, cuando es un tema que, perfectamente, habría podido tratarse después y con mucha más calma. ¿Va a ocurrir siempre lo mismo, que Madrid nos ocupe la mayor parte del tiempo? Si se nos impone la integración de Madrid sin tiempo para negociar y meditar el tema suficientemente, y, sobre todo, si además se nos impone con sus actuales límites, es muy probable que algunas provincias, entre ellas Albacete, se retiren de esta región.»

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Por otra parte, si bien la tesis de integración sostenida por los parlamentarios madrileños parece obedecer, en el sector de las izquierdas, a criterios socioeconómicos más o menos discutibles, UCD lo potencia -según algunos parlamentarios socialistas castellano-manchegos- porque otra solución (la de un Madrid autonómico) significaría la existencia de un presidente socialista en el Gobierno autonómico madrileño.

En este contexto de intereses de partidos, reticencias formales y falta de discusión suficiente del tema, la preautonomía castellano-manchega sigue pendiente de Madrid. Según la agencia Europa Press, el ministro para las Regiones, señor Clavero, no dio a conocer su opinión. En cambio, la agencia Efe señala que la postura del Gobierno, según fuentes competentes, «es que la provincia de Madrid deberá quedar incluida en el territorio de Castilla-La Mancha desde su fase preautonómica» lo cual coincide con la información publicada por EL PAÍS el pasado jueves.

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