Juez implicado en el escándalo Lockheed

«Un escándalo dentro del escándalo.» Con estos términos se refiere la prensa italiana al caso de uno de los jueces del tribunal que deberá dictaminar acerca del escándalo Lockheed. Su nombre es Orio Glacchi y pertenece al grupo de dieciséis jueces adjuntos a los quince magistrados de la corte constitucional, integrados en tribunal penal para juzgar a los ministros implicados en el asunto.

Estos dieciséis jueces adjuntos fueron nombrados por el Parlamento a indicación de los partidos. A Orio Glacchi lo presentó la DC. Acusado por el presidente del Colegio de Fiscales de haber estado ...

«Un escándalo dentro del escándalo.» Con estos términos se refiere la prensa italiana al caso de uno de los jueces del tribunal que deberá dictaminar acerca del escándalo Lockheed. Su nombre es Orio Glacchi y pertenece al grupo de dieciséis jueces adjuntos a los quince magistrados de la corte constitucional, integrados en tribunal penal para juzgar a los ministros implicados en el asunto.

Estos dieciséis jueces adjuntos fueron nombrados por el Parlamento a indicación de los partidos. A Orio Glacchi lo presentó la DC. Acusado por el presidente del Colegio de Fiscales de haber estado comprometido en diversos negocios con los hermanos Lefébvre y de haber actuado como consejero de administración de la sociedad Consindit, se ha pedido su dimisión. El juez Orio negó las acusaciones, pero la prensa y los fiscales descubrieron la existencia de una de las sociedades controladas por los Lefèbvre, en la cual tuvo, al parecer, parte directa.

Ante las presiones, Giacchi anunció ayer que esta mañana entregará oficialmente su renuncia; pero anticipó que lo hará exclusivamente para recobrar su libertad de defensa porque está decidido a demandar a todos los periódicos que lo han acusado «falsamente». Hasta la televisión oficial calificó ayer su decisión de dimitir de «justa y con retraso».

En muchos sectores se cree que otros jueces podrían dimitir por jueces o parecidos motivos. Se teme que se pueda llegar a una especie de renuncias en cadena que imposibiliten el proceso por falta de número suficiente de jueces.