Ayuda de las multinacionales farmacéuticas a los países pobres

Los laboratorios Ciba-Geigy, Hoffman-La Roche y Sandoz ofrecieron a la Organización Mundial de la Salud poner a disposición de los países menos favorecidos, en condiciones calificadas por ellos mismos de especiales, una lista de diez medicamentos.Dichos medicamentos están destinados a combatir algunas enfermedades infecciosas, la lepra, la malaria, y afecciones parasitarias propias de los países tropicales.

Según estas proposiciones, cada país deberá discutir con los laboratorios mencionados las «condiciones especiales» en que serían comercializados dichos medicamentos, incluido el prec...

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Los laboratorios Ciba-Geigy, Hoffman-La Roche y Sandoz ofrecieron a la Organización Mundial de la Salud poner a disposición de los países menos favorecidos, en condiciones calificadas por ellos mismos de especiales, una lista de diez medicamentos.Dichos medicamentos están destinados a combatir algunas enfermedades infecciosas, la lepra, la malaria, y afecciones parasitarias propias de los países tropicales.

Según estas proposiciones, cada país deberá discutir con los laboratorios mencionados las «condiciones especiales» en que serían comercializados dichos medicamentos, incluido el precio. La OMS jugaría un papel de intermediario y coordinador entre los países interesados y los laboratorios. Ya han comenzado las negociaciones.

Algunos ministros de Salud de países en desarrollo, que asistieron a la trigésimo primera Asamblea Mundial de la Salud, han calificado esta nueva actitud, asumida por las cuatro multinacionales de la industria farmacéutica como una respuesta positiva pero «absolutamente insuficiente» frente a los planteamientos de la OMS en materia de medicamentos.

Como ha venido informando EL PAIS, la OMS está poniendo en marcha un proyecto sobre la base 220 medicamentos esenciales, para poner fin al mercantilismo y abuso de los precios, impuestos por las multinacionales. Algunos de estos ministros declararon que no se trata de establecer una acción filantrópica a gran escala, sino de una racionalización de la producción y distribución de medicamentos en el mundo, que dé acceso a la población de todos los países a dichos productos esenciales, por muy desfavorables que sean sus condiciones económicas.

La Federación Internacional de la Industria Farmacéutica, FIIM, atacó duramente a la OMS por este proyecto de los 220 medicamentos esenciales, que sin duda toca los intereses de las multinacionales agrupadas en esta organización.

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