Un artefacto destruye parcialmente el teatro Campos Elíseos, de Bilbao

Una bomba hizo explosión ayer, sobre las once y cuarto de la mañana, en el patio de butacas del teatro Campos Elíseos, de Bilbao, propiedad de la empresa de espectáculos Trucha, SA, cuyos trabajadores se encuentran en huelga legal desde el pasado día 4 de marzo, por diferencias en la negociación del convenio colectivo.

Cinco o seis personas participaron en el atentado, según manifestaron dos mujeres del servicio de limpieza, que permanecieron encañonadas durante varios minutos. Los autores, entre los que figuraba una joven, entraron bajo el pretexto de que la oficina contigua estaba inu...

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Una bomba hizo explosión ayer, sobre las once y cuarto de la mañana, en el patio de butacas del teatro Campos Elíseos, de Bilbao, propiedad de la empresa de espectáculos Trucha, SA, cuyos trabajadores se encuentran en huelga legal desde el pasado día 4 de marzo, por diferencias en la negociación del convenio colectivo.

Cinco o seis personas participaron en el atentado, según manifestaron dos mujeres del servicio de limpieza, que permanecieron encañonadas durante varios minutos. Los autores, entre los que figuraba una joven, entraron bajo el pretexto de que la oficina contigua estaba inundada y querían averiguar de dónde procedía el agua.Nada más abrirles la puerta, uno de los jóvenes encañonó con una pistola a las dos mujeres y les ordenó que permanecieran de cada a la pared. Tras asegurarles que no les pasaría nada, la joven se quedó para custodiarlas, mientras los demás entraban en el teatro. Instantes después dijeron a las dos señoras que saliesen de prisa, sin volverse hacia ellos, y que avisasen a los bomberos porque iba a estallar una bomba, lo que, en efecto, ocurrió cuando efectuaban la llamada desde un bar cercano.

Araceli Vivas y Jesusa Díaz -así se llaman las dos mujeres de la limpieza que fueron testigos de lo sucedido- no han podido facilitar ninguna descripción de los autores, dado que en todo momento permanecieron de espaldas a ellos. El nerviosismo les impide incluso concretar si fueron cinco o seis los integrantes del comando.

El material explosivo, conectado posiblemente a una mecha lenta, había sido colocado junto a una de las cuatro columnas que sostienen las localidades altas. La columna aguantó a duras penas la explosión, y ello impidió que se desplomaran los pisos superiores. Un boquete de varios metros entre las filas 14 y 16 era la huella más visible de la explosión, junto con el desplome de una pared, los cristales rotos, las puertas arrancadas, la cúpula chamuscada y el escenario destruido a consecuencia del fuego que originaron varias butacas próximas al lugar de la explosión.

Pintadas de ETA

Los empresarios de cines habían recibido con anterioridad numerosas amenazas, que habían puesto en conocimiento del gobernador por si fuera precisa alguna protección. En el exterior de algunas salas habían aparecido, asimismo, pintadas amenazadoras de ETA si el conflicto no quedaba resuelto. Esta huelga de cines afecta a todos los de Vizcaya, con excepción de dos empresas que atendieron las peticiones de sus trabajadores.El personal del teatro, que quedará en situación de desempleo temporal mientras duren las obras de reparación, ha hecho pública su repulsa contra este tipo de actuaciones contrarias a su sentir y que no favorecen el arreglo del conflicto. A la condena se ha unido el consejero de Trabajo Juan Iglesias, mientras que los empresarios han solicitado audiencias urgentes a los ministros del Interior y de Trabajo.

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Los trabajadores han manifestado que sólo la acción colectiva y solidaria de todos, tal como lo han demostrado en estos tres meses de negociación, garantiza una solución favorable al conflicto. Por su parte, los empresarios exponen en sus telegramas a los ministros que se encuentran en una gravísima situación de indefensión, por las amenazas que se han concretado ya en la voladura de un cine.

El teatro Campos Elíseos, construido en 1901 de acuerdo con un estilo modernista que ha llevado a la Dirección General de Bellas Artes a estudiar su posible declaración como monumento histórico artístico, está convertido hoy en sala especial de cine y fue el escenario elegido por Blas Piñar para su último mitin en Bilbao.

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