Tarifas de saldo en el Atlántico norte

La compañía estatal British Airways ha anunciado nuevas tarifas en sus vuelos por el Atlántico norte, que suponen reducciones de hasta el 300 % sobre los precios vigentes, sin reserva previa, a siete destinos clave norteamericanos.Pero si British Airways espera la autorización del Departamento de Comercio para volar a Washington y Boston (más de 4.500 kilómetros), por 63 libras -unas 10.000 pesetas-, y a Los Angeles o San Francisco por 89 (unas 13.500 pesetas), las compañías privadas van mucho más, allá. British Caledonian ofrece a, partir del próximo lunes, Londres, Houston (Texas) a 69 libra...

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La compañía estatal British Airways ha anunciado nuevas tarifas en sus vuelos por el Atlántico norte, que suponen reducciones de hasta el 300 % sobre los precios vigentes, sin reserva previa, a siete destinos clave norteamericanos.Pero si British Airways espera la autorización del Departamento de Comercio para volar a Washington y Boston (más de 4.500 kilómetros), por 63 libras -unas 10.000 pesetas-, y a Los Angeles o San Francisco por 89 (unas 13.500 pesetas), las compañías privadas van mucho más, allá. British Caledonian ofrece a, partir del próximo lunes, Londres, Houston (Texas) a 69 libras, y ha solicitado la licencia para cubrir a idéntico precio, a partir del 10 de agosto, Londres Los Angeles.

Según los operadores británicos, estas tarifas serán «machacadas» a la baja por las grandes compañías norteamericanas, como TWA o Pan Am. La fase más aguda de la disputa entre Washington y Londres se desencadenó hace un par de semanas, cuando las autoridades británicas prohibieron a la compañía texana Braniff volar entre Dallas y Londres, debido a lo bajo de sus tarifas. Carter amenazó entonces con represalias y fijó un plazo que expira mañana para que los responsables de la aviación civil de ambos países se pusieran de acuerdo.

La cautelosa posición inglesa sobre tarifas aéreas, que aprueban la mayoría de los Gobiernos europeos, ha sido desbordada además por el reciente acuerda bilateral entre Estados Unidos y Holanda, según el cual Washington y La Haya aceptan cualquier reducción futura en los precios de vuelos regulares o alquilados que el otro introduzca.

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