Paralizadas las obras de derribo del palacio de Talara
El Ayuntamiento ordenó ayer el cese inmediato de las obras de demolición del palacio de Talara y la apertura de un expediente contra los responsables de las mismas, a raíz de haberse conocido el pasado domingo que en dicho palacio y, al parecer, sin ningún tipo de permiso se había reiniciado el derribo.Según una nota informativa del gabinete de prensa del Ayuntamiento, el alcalde de Madrid, señor Álvarez, ordenó la paralización al tiempo que disponía que, en lo sucesivo, no se tolere ningún tipo de obras y demoliciones que prohiba la normativa municipal. Asimismo, el señor Álvarez advirtió que...
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El Ayuntamiento ordenó ayer el cese inmediato de las obras de demolición del palacio de Talara y la apertura de un expediente contra los responsables de las mismas, a raíz de haberse conocido el pasado domingo que en dicho palacio y, al parecer, sin ningún tipo de permiso se había reiniciado el derribo.Según una nota informativa del gabinete de prensa del Ayuntamiento, el alcalde de Madrid, señor Álvarez, ordenó la paralización al tiempo que disponía que, en lo sucesivo, no se tolere ningún tipo de obras y demoliciones que prohiba la normativa municipal. Asimismo, el señor Álvarez advirtió que se aplicará la ley en todo su rigor contra quienes infrinjan esta disposición.
Por el momento, la apertura del expediente contra los causantes de la demolición dirá si hubo infracción de las normas establecidas, en cuyo caso se emprenderían todas las acciones que correspondieran.
La demolición, iniciada hace meses y suspendida el pasado 27 de agosto por la Gerencia Municipal de Urbanismo, se encontraba hasta hace unos días detenida.
La misma gerencia había considerado necesaria la conservación de la fachada, vestíbulo y escalera principal del palacio de los condes de Talara y Torralba, situado en la calle de la Luna, 27. Este edificio está inscrito además en el Precatálogo de Edificio y Conjuntos de Madrid, dentro de la serie II.
Después de la citada suspensión de obras, por parte de la gerencia, los demoledores no contaban con ningún tipo de permiso para reemprender las tareas de derribo.