Protestas por la situación de los presos políticos marroquíes

Los familiares de los presos políticos de Marruecos han iniciado una campaña de protesta ante la opinión pública internacional, por la agravación de la situación de los detenidos que ha costado la vida a Saida Menebhi, fallecida a finales del pasado año y miembro del llamado «grupo marxista-leninista de los 139», todos ellos encarcelados desde noviembre de 1974.La utilización de torturas, celdas de castigo y el aislamiento han sido denunciadas por los familiares del «grupo de los 139», que a su vez solicitan la amnistía política, estatutos para los refugiados políticos, fin de la censura de pr...

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Los familiares de los presos políticos de Marruecos han iniciado una campaña de protesta ante la opinión pública internacional, por la agravación de la situación de los detenidos que ha costado la vida a Saida Menebhi, fallecida a finales del pasado año y miembro del llamado «grupo marxista-leninista de los 139», todos ellos encarcelados desde noviembre de 1974.La utilización de torturas, celdas de castigo y el aislamiento han sido denunciadas por los familiares del «grupo de los 139», que a su vez solicitan la amnistía política, estatutos para los refugiados políticos, fin de la censura de prensa y mejoras para las condiciones de vida y salubridad de los detenidos.

Desde su encarcelamiento, el «grupo de los 139» ha iniciado ya cinco huelgas de hambre, que movilizaron a un sector de la opinión pública e incluso de la Administración. A consecuencia de la muerte de Saida Menebhi, el ministro de justicia ordenó una investigación y creó una comisión nacional para estudiar el estado y condiciones de los detenidos que, entonces, suspendieron la huelga de hambre. Pero semanas más tarde fueron suspendidos los trabajos de la comisión investigadora, por lo que el pasado día 2 de febrero se volvieron a reiniciar las acciones de contestación de los presos políticos con una quinta huelga de hambre. Ante esta iniciativa, las autoridades penitenciarias decidieron aislar y dispersar a los presos políticos y suprimir todo contacto entre ellos y sus familiares.

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