Los sindicatos portugueses descartan la huelga general
No habrá, por lo menos en un futuro inmediato, huelga general contra el nuevo Gobierno portugués que preside Mario Soares. Así lo ha decidido la asamblea plenaria de las direcciones sindicales convocada, a puerta cerrada, el pasado fin de semana por la Intersindical. En esta reunión estuvieron representados 240 sindicatos, cuarenta de ellos no afiliados.
El secretariado de la Intersindical ha recibido un mandato para presentar al Gobierno una larga serie de reivindicaciones, para las que exige una respuesta «global y urgente». En función de los resultados alcanzados, el secretariado...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
No habrá, por lo menos en un futuro inmediato, huelga general contra el nuevo Gobierno portugués que preside Mario Soares. Así lo ha decidido la asamblea plenaria de las direcciones sindicales convocada, a puerta cerrada, el pasado fin de semana por la Intersindical. En esta reunión estuvieron representados 240 sindicatos, cuarenta de ellos no afiliados.
El secretariado de la Intersindical ha recibido un mandato para presentar al Gobierno una larga serie de reivindicaciones, para las que exige una respuesta «global y urgente». En función de los resultados alcanzados, el secretariado -que afirma representar a más del 80% de los asalariados portugueses- podrá organizar y convocar una «jornada de lucha a escala nacional».
Las consideraciones sobre la situación política contenidas en el preámbulo de la resolución de la intersindical son, sin embargo, amenazadoras: se dice que la alianza del PS con un partido que representa los intereses del patronato e incluye «personalidades altamente comprometidas con el fascismo» ha suscitado «indignación, preocupación y protestas» por parte de los trabajadores. La Intersindical anuncia que «no transigirá con la política antipopular que un tal Gobierno permite prever».